La Casa de Piedra” que pertenece a Blaquier, funcionó como centro clandestino

Por H.I.J.O.S. Jujuy

Durante la mañana del jueves 27 de junio se concretó en el edificio del Tribunal Oral Federal la 39° audiencia del sexto juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en la provincia de Jujuy durante la última dictadura militar. En esta oportunidad, los testigos que acudieron a declarar fueron: Manuel Antonio Arce (ex penitenciario), Luis Héctor Valdez (ex penitenciario), Juan Carlos Gutiérrez (ex penitenciario), Julio Alberto Ceballos (ex intendente de Abra Pampa durante los años 1984 y 1987) y Domingo Alfredo Ugarte (ex preso político).

Arce declaró haber ingresado al cuerpo de infantería de la localidad de San Pedro en el año 1973, tras lo cual fue destinado al Comando Radioeléctrico de la policía de Jujuy donde cumplió funciones como chofer del cuerpo de custodia del gobernador de facto el General Fernando Vicente Urdapilleta y, con posterioridad, del gobernador electo de la provincia Carlos Snopek.

Durante su testimonio, Arce se desvinculó de toda actividad represiva llevada a cabo por los cuerpos policiales durante la dictadura, e incluso manifestó desconocer toda función que se llevó adelante en el Centro Clandestino de Detención (CCD) emplazado en las instalaciones del comando radioeléctrico. El testigo sostuvo: “Yo solo sé que los operadores se limitaban a comunicarse con los distintos patrulleros que prestaban servicio en la ciudad. En ese tiempo eran como siete móviles y algunos jeeps destinados a diferentes zonas, pero desconozco qué más hacían porque nosotros pasábamos la mayor parte del tiempo en la calle, custodiando al gobernador”.

Recurriendo al mismo argumento, negó haber visto detenidos y presos políticos durante su servicio y desconoció a los genocidas imputados Mariano Rafael Braga y Juan Carlos Jones Tamayo. Sin embargo, reconoció que el imputado Hugo Armando Ruiz integró el grupo de tareas del comando radioeléctrico y cumplió tareas de inteligencia en el “Área 323”, denominación que Arce reconoció como el “cuerpo de radio patrullas” durante su declaración.

Luego, Valdez, quien se desempeñó como ex penitenciario del penal de Gorriti desde el año 1973 hasta 1997 en distintas secciones, incluida la puerta de acceso principal del penal. Si bien Valdez admitió la presencia de presos políticos en la institución, afirmó que, a partir del golpe de Estado, era la gendarmería nacional quien se encargaba de los mismos. “Nosotros solo nos ocupábamos de los presos comunes, pero de los presos políticos se ocupaba primero la gendarmería y después el ejército”, mencionó.

Durante su declaración, el testigo aseguró haber visto en ese penal a los desaparecidos Jorge Osvaldo Weisz y Carlos Ernesto Patrignani en sus primeros años como guardia cárcel, ya que ambos “siempre eran llamados por personal del ejército y muy mencionados dentro del penal”, sin embargo, afirmó que después del golpe de Estado no supo más de ellos. Por otra parte, explicitó en detalle las diferentes tareas que realizaban los imputados Orlando Ricardo Ortiz, Carlos Alberto Ortiz, Herminio Zárate, Mario Marcelo Gutiérrez, Osvaldo Héctor Caraballo, Juan Carlos Lucero y Seferino Narváez dentro de la cárcel.

Más tarde, Gutiérrez, quien ingresó a trabajar en el servicio penitenciario de Gorriti como Sub Ayudante el 1 de abril del año 1977, se desempeñó en la división industrial, sector donde actualmente se encuentra la plaza de los inmigrantes, allí se vendían los productos fabricados en la Granja que estaba emplazada en la unidad penitenciaria N° 2 de Alto Comedero en donde los detenidos realizaban tareas de agricultura y ganadería.

El testigo trabajó en la ante cámara del penal y afirmó: “Yo trabajé ahí, había un mesón grande, recibía los pollos, los lechones, la carne y todos los productos que venían de la granja y los metía en la cámara”, explicó que ese lugar se ubicaba al lado de la cocina. Además, el ex penitenciario contó que por ese sector estaba el puesto 3, que era una salida hacia una calle interna dentro del penal de Gorriti.

Gutiérrez dijo que en la división judiciales se confeccionaban las correspondientes fichas de ingresos y egresos de los internos, mencionó que Juárez y Barranco eran los jefes de ese sector, en tanto que en la división personal se realizaban los legajos personales de los efectivos del penal de Gorriti, allí el jefe era Alberto Guzmán.

Acerca de los presos políticos manifestó: “Cuando yo entré nos hacían sacar unos presos que decían que eran políticos y estaban en el pabellón 3”. Se encargaban de sacarlos de las celdas por el lapso de 15 minutos hacia la cancha de básquet y luego los volvían a las celdas. Luego agregó que personal militar, vestido de verde, llevaba a declarar a los presos políticos en móviles del servicio penitenciario de Gorriti y vehículos militares, mencionó también que las presas políticas se encontraban en el pabellón N°4.

La audiencia continuó con la declaración de Julio Alberto Ceballos, quien fue intendente en la localidad de Abra Pampa durante los años 1984/87. El testigo contó que conoció, durante esos años, como director del penal de Gorriti al imputado Juan Carlos Lucero, ya que solía ir a retirar el pan producido por los detenidos que se repartía en los festejos del día del niño.

Además, el ex intendente relató que durante el golpe de estado estaba estudiando arquitectura en Tucumán y en el año 1983 se encontraba trabajando en la dirección de arquitectura, luego pasó por la secretaría técnica de la nación y en agosto de 1984 el entonces gobernador Snopek lo designa intendente de Abra Pampa.

Ceballos no presenció ni fue testigo de secuestros o detenciones de modo directo, sino que supo por comentarios de terceros que en Abra Pampa hubo personas que fueron detenidas ilegalmente durante el último golpe militar: “Hablé con Erminda Zerpa me contó que fue trasladada a Jujuy”, y también supo por comentarios que el profesor Juan Manuel Basauri Gálvez también había sido apresado, pero no lo conoció personalmente por lo que no pudo dar mayores detalles.

El último testigo de la audiencia fue Domingo Alfredo Ugarte quien fue detenido cuando tenía 18 años en Libertador General San Martín: “Yo trabajaba como chofer en una empresa de transporte (Terán-Vega) que trasladaba hortalizas, me dirigía desde la Colonia Santa Rosa hacia Buenos Aires, en ese trayecto ingreso a Libertador a buscar ropa, para no molestar a mi madre, como era muy tarde me fui a cenar a un restaurante llamado: “Grisú”, donde fui detenido por efectivos de gendarmería junto a un compañero de trabajo, Mario Cajal”, agregó que quienes lo detuvieron lo llevaron en una camioneta Ford de color blanca con el logo del Ingenio Ledesma.

Ugarte, en su relató que: “Nos llevaron a la casa de piedra y Cajal fue liberado a los dos días para continuar con el viaje a Buenos Aires, mientras que yo, permanecí tabicado y maniatado durante un mes aproximadamente”.

En la casa de piedra se comunicaban mediante golpes en la pared con otros detenidos, él no conocía el código y dijo su nombre, los demás también se identificaron, “por eso supe que ahí estaba el “Negro” Lodi, Jorge Aquino y- Maldonado”.

El testigo recordó que cuando fue detenido lo golpearon de un culatazo en la cabeza que le produjo una herida que posteriormente se infectó, y que a consecuencia de esto lo llevaron a la comisaría N° 24 y desde ahí al hospital, conducido nuevamente a la comisaría, recuperó la libertad luego de 20 días.

“Tenía miedo de tantos golpes que recibí, decidí irme directamente, mi padre tenía una camionetita Fiat que se la vende a un pariente de él y me da la plata, salí caminando por los cañaverales hasta Fraile Pintado”. Domingo se exilió en Chile por miedo a represalias y por amenazas a su familia, 20 años después pudo volver a Libertador General San Martín.

Al finalizar las testimoniales se informó que el jueves 11 de julio a las 10 hs se realizará una inspección ocular en CCD Comando radioeléctrico (Ex Central de Policía) en tanto que las audiencias se reanudan después de la feria judicial, en el mes de agosto, con fecha a confirmar.