Acampe y crucifixiones en rechazo al cierre de los centros educativos para mayores de 18 

Ante la falta de respuesta por parte del ministerio de Educación al reclamo de docentes y estudiantes por el cierre de los Centros de Educación Integral para Jóvenes y Adultos (CEIJA), alumnos y profesores realizan desde ayer un acampe en la puerta de la Casa de Gobierno provincial. En La Quiaca, los estudiantes iniciaron una permanencia que incluyó crucifixiones simbólicas.

Héctor Huespe, el abogado que está representando a las comunidades educativas de los CEIJA de San Salvador, Palpalá, San Pedro y La Quiaca, se reunió esta mañana con la directora de Nivel Secundario del ministerio, Sivina Cammuso, y se espera una respuesta en el curso del día. «Hicimos una propuesta de solución sencilla -relató Huespe-. Si hay irregularidades adminsitrativas, eso no puede perjudicar a alumnos y profesores. Por lo tanto, que haya una intervención de la parte administrativa por parte del ministerio para regularizar lo que dicen que está mal, y mientras tanto los alumnos siguen con sus clases y los profesores en sus trabajo».

En la misma línea de razonamiento, el abogado continuó: «Y si ellos no dan soluciones a las irregularidades, que dejen de inscribir desde el año que viene y vayan cerrando por corte, para que todos los alumnos vayan terminando con el plan».

Huespe reveló que hubo de parte de los funcionarios una intención de tomar por ese camino, pero «sacando a todos los profesores y cambiarlos por otros»; e interpretó: «Eso tiene una clara intención política de cara a las elecciones del gremio, apra sacar a los docentes y poner todos docentes de ellos, que les van a ser funcionales cuando vengan las elecciones».

Por otro lado, el ministerio mantiene la decisión de cerrar los CEIJA pero sin ofrecer alternativas a los estudiantes, que tienen que salir a buscar adónde continuar con sus estudios. Eso sí: tendrán que volver para atrás, porque ningún otro establecimiento ofrece cursar el secundario en dos o tres años, como los CEIJA, ni reconoce lo que ya tienen cursado.

«Están cerrando una institución, y se supone que está previsto qué hacer con los alumnos y con los profesores, más aun si ellos mismos han firmado en febrero la habilitación para el ciclo 2018», comentó Huespe.

La espera de la respuesta se mantiene con medidas de protesta. Cerca de una veintena de estudiantes pasaron la noche del martes en la puerta de la Casa de Gobierno, protegidos de los primeros fríos con mantas, mate y guitarreada. Hay allí jóvenes de San Salvador de Jujuy, Palpalá y La Quiaca, además de dos profesoras que los acompañaron toda la noche. «Vamos a seguir pechando hasta que se pare acá el gobernador o la ministra y nos dé una respuesta justa», afirmó uno de los estudiantes.

«Acá hay chicos que son padres, madres, que están a cargo de sus hogares, y lo único que quieren es seguir estudiando para terminar el secundario», dijo una de las docentes.

«Yo soy mamá de una nena y quería terminar el secundario para seguir estudiando y sacar a mi hija adelante», dijo Tamara, una de los alumnos que permanecen en la Casa de Gobierno.

«Dijeron que nos iban a reubicar, pero cuando fuimos a averiguar nos dijeron que tenemos que volver a primer año. Pero nosotros ya estábamos terminando. Yo me esforcé para poder terminar este año y ahora nos sacan, así nomás. Se lavan las manos, no les importa nada», completó Evelina, otra de los estudiantes.

La frase más escuchada es «queremos estudiar». «A nosotros no nos da igual -agregó Tamara-, porque además se quedan sin trabajo los docentes, los porteros y todos los administrativos. Yo el año pasado fui todos los días al colegio con mi hija, no falté ni un solo día. Nos da tristeza y bronca, es muy triste ver cómo cierran las puertas a tanta gente que quiere estudiar».

Fabián Portugués es otro de los profesores que acompañan a los estudiantes. «Es un momento muy difícil», describió, y repasó: «Nosotros habíamos hecho lo que nos dijo la gente del ministerio; hicimos reformas edicilicias, invertimos dicnero, y el 26 de febrero firmaron el acta habilitante para iniciar el ciclo lectivo con el supervisor general. Y resulta que ahora nos notifican que tenemos que cerrar cuando ya habíamos inscripto a los chicos, ya se cobró la cuota y había empezado la cursada».

«A mi entender, ni ellos saben adónde reubicar a los chicos», agregó Portugués.