Este jueves, desde las 9.30 horas, se llevará a cabo la última jornada de la etapa de alegatos del juicio oral y público, conocido como Balacera de Azopardo, que comenzó ayer cuando el fiscal de Cámara Marcelo Cuellar solicitó la pena de 12 años de prisión para la dirigente social Milagro Sala y para el ex integrante de la organización barrial “Tupac Amarú” Fabián «Chato» Ávila y 4 años y 3 meses de prisión para el dirigente Alberto Esteban Cardozo.
Este debate oral se lleva a cabo en la sala de audiencias del Tribunal en lo Criminal Nº 2 del Palacio de Tribunales y coincide con el otro proceso judicial, conocido “Pibes Villeros”, que también está en la etapa de alegatos, donde además de los imputados Sala y Cardozo, con sus abogados, está la jueza Cecilia Sadir que es titular del Tribunal y en «Pibes Villeros» es vocal.
Para esta audiencia, esta previsto los alegatos de Juan Cabezas, abogado de Cardozo y Alberto Bellido y Julián Palmieri por Ávila, tras lo cual, el Tribunal pasará a un cuarto intermedio, el próximo miércoles 26, donde dictara el fallo, previo consultar a los imputados si quieren utilizar el derecho de tener la última palabra.
La única prueba de Cuellar son las declaraciones de los testigos Jorge Páes y su hija Yesica, quien afirmó que los testimonios de ambas personas cambiaron el juicio. El fiscal no presentó pruebas documentales, junto al otro integrante del Ministerio, Diego Cussel
Según los fiscales, el imputado Ávila y el sobreseído Páes, la noche del 26 de octubre del 2006 en la casa del barrio Cuyaya, Milagro Sala le encargó a Ávila de «limpiar» a su entonces enemigo «Beto» Cardozo, a cambio de la entrega de una casa ubicada en el barrio Sargento Cabral de Alto Comedero.
Carente de ofrecer otros elementos probatorios, Cuellar tuvo que conformarse con los datos aportados por el ex imputado y su hija, para llegar a estas instancias judiciales, con estas personas traídas al debate.
Sala y Ávila llegaron a juicio acusados de ser los supuestos autores de «homicidio por precio o promesa remuneratoria» y homicidio en grado de tentativa, donde Ávila sería el ejecutor de este hecho, pagado por Sala. En tanto Cardozo llega acusado de ser autor del delito de «homicidio en grado de tentativa» y el fiscal le pidió una pena de 4 años y tres meses.
Elizabeth Gómez Alcorta en su alegato, aclaró al Tribunal en lo Criminal Nº 2 que la única prueba que tiene la Fiscalía para acusar a su defendida es la declaración de Paes, y dijo que el testigo mintió y pidió a las integrantes del Tribunal si podían elevar las actas a la fiscalía penal de turno, para que investigue la posible comisión del delito de Falso Testimonio.
Luego consideró que este proceso judicial está armado para condenar a Milagro Sala por parte del poder político de turno.
Gómez Alcorta pidió al Tribunal que su defendida sea absuelta por el beneficio de la duda, la falta de pruebas y de documentación que según sus fundamentos carece la fiscalía que «sólo busca sentenciar, sin ningún elemento probatorio serio».