El Ministerio de Economía informó ayer que el canje voluntario de deuda en pesos con vencimientos hasta junio tuvo una adhesión del 64% de los títulos elegibles, lo que permitió despejar vencimientos por más de $ 4,34 billones y extendió el plazo de los compromisos a los años 2024 y 2025.
La operación tuvo un apoyo mayoritario de bancos privados y de organismos del sector público, que ingresaron con cerca del 85% del total de sus tenencias, y tuvo entre los más relevantes a los bancos Nación, Provincia, Galicia, Santander, Credicoop, Ciudad y el ICBC, según confirmaron fuentes de Economía.
La operación, calificada de «exitosa» por el Ministerio, comprendió a títulos con vencimientos previstos para los meses de marzo, abril, mayo y junio próximos.
En los compromisos comprendidos entre los meses de abril, mayo y junio el nivel de aceptación fue del 61,5%, mientras que en los títulos con vencimientos previstos para el corriente mes de marzo -incluyendo la operación realizada en enero- la participación superó el 72%.
«Haber saltado la muralla, que hasta el FMI decía que era imposible de resolver, nos pone muy conformes. Sobre todo, con el número de ofertas y la propuesta de entidades que, en otros tiempos, se veían como supuestos enemigos. Hay una compresión de que la propuesta de canje tiene sentido con encontrar un equilibrio a los vencimientos y así tener una curva de corto, mediano y largo plazo», afirmaron desde el Palacio de Hacienda.
A partir de este canje, en la cartera que conduce Sergio Massa esperan que se produzca «un efecto sobre las expectativas inflacionarias», aunque también pone al Gobierno «en la obligación de que la lucha contra la inflación sea una responsabilidad y un maltrato de cualquier equipo económico»
«Una menor inflación también implica menores compromisos de pago de deuda en adelante», aseguraron.
El objetivo de cara al futuro es que los cerca de 3 billones de pesos en títulos que no ingresaron al canje -mayormente integrados por fondos comunes de inversión (15% del total elegible), aseguradoras (8%) y empresas de gran porte- por tener necesidades de caja o un perfil de endeudamiento a menos de 90 días, puedan ingresar en licitaciones futuras.
Es que, a diferencia de las últimas operaciones de conversión de activos, esta oferta voluntaria de canje presentaba ciertas especificidades técnicas, entre las que se destacaban el cambio en la estructura de los plazos de las canastas ofrecidas.
Los nuevos instrumentos colocados tienen una vida promedio superior a los 18 meses, mientras en que las últimas dos operaciones de conversión -realizadas en noviembre y enero pasado- los instrumentos tenían una vida promedio de 8,9 y 7,9 meses, respectivamente.
El canje incluyó a una decena de títulos en pesos con rendimientos a tasa fija y variable (inflación, tipo de cambio o ambas) con vencimiento en el segundo trimestre de este año por dos canastas de bonos, una que incluye exclusivamente títulos ajustados por inflación (CER) y otra con una combinación del 70% ajustados por CER y 30% de bonos duales -que ajustan por inflación o tipo de cambio-, con vencimientos en 2024 y 2025.
La canasta exclusivamente compuesta por bonos ajustables por inflación tuvo una elección de cerca del 52% del total de suscripciones, mientras que la que combinó inflación y el bono dual fue escogida por el 48% de los títulos suscriptos.
También resultó importante el tamaño de la operación, ya que las últimas dos conversiones lograron extender vencimientos por $0,9 y $2,9 billones, mientras que en la actual el monto total trepó a $4,34 billones.
En la licitación de ayer participaron las siguientes entidades: Banco Nación, Banco Provincia, Banco Santander, Banco Galicia, Banco ICBC, Banco Credicoop, Banco HSBC, Banco Patagonia, Banco Macro, Banco Supervielle, Banco de Córdoba, Banco Ciudad, Banco BBVA, Banco Itaú, Banco Industrial, Citibank, JP Morgan, Banco Comafi, Banco Hipotecario, Nuevo Banco de Santa Fe, Banco de Corrientes, Banco de San Juan, Banco de La Pampa, Nuevo Banco de Entre Ríos, Banco de Chubut, Banco de Santa Cruz, Banco de Neuquén, Banco de Tierra del Fuego, Banco de Rosario, Banco de Formosa, Nuevo Banco de Chaco y Banco Rioja.
Economistas de distintas tendencias habían destacado las bondades de una operación como esta, y criticaron la conducta de la oposición de poner «chicanas» y, por el contrario, no traer soluciones a una carga pesada de deuda que recaerá en la próxima administración.
El expresidente del Banco Nación durante la presidencia de Mauricio Macri, Carlos Melconian, fue una de las voces defensoras del canje al sostener que «es un instrumento genuino que se va a utilizar 500 veces» y que hay que «salir de la chicana», expresó en declaraciones televisivas.
«La actitud patriótica en este momento pasa por juntarse y ver cómo se va a resolver esto. El tema no es el canje de deuda», afirmó Melconian, quien buscó diferenciarse así de las declaraciones de otros exfuncionarios de la gestión previa, como el exministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el expresidente del Banco Central, Guido Sandleris, quienes aseguraron que el intercambio de títulos implicaba una posición «vil y ruinosa» para el Estado, ya que incluye una opción de venta de los títulos a precio de mercado a cuenta del BCRA.