Brasil profundizó hoy su colapso en el sistema hospitalario con casi todos sus estados en situación de calamidad por falta de camas de terapia intensiva, mientras que el Gobierno central de Jair Bolsonaro advirtió sobre la falta de vacunas en una carta de urgencia a China para que le venda 30 millones de dosis de la fabricada por Sinopharm y los gobernadores de 21 estados reclamaron un pacto para coordinar la lucha contra la pandemia.
El colapso afecta principalmente a los estados del sur -los tres que limitan con las provincias de Misiones y Corrientes-, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul, cuya población identificada con el bolsonarismo se negó a adherir masivamente a las cuarentenas pero ahora, con bloqueos de circulación, no puede detener los contagios y la suba en las internaciones.
San Pablo, el estado más afectado del país y el más poblado, con 46 millones de habitantes, tiene en 13 municipios del Gran San Pablo todo su sistema colapsado y, en general, una ocupación de las camas de terapia intensiva superior al 80%, incluso con la cuarentena iniciada el pasado viernes.
«Hoy tendremos probablemente 2.000 muertos en un día. Necesitamos una coordinación nacional. Si el Gobierno nacional no asume, que lo haga el Congreso», pidió hoy el exviceministro de Salud de Bolsonaro Joao Gabbardo, actual coordinador del comité de Covid-19 del gobernador paulista, Joao Doria.
Se esperaba que hoy el Gobierno paulista endureciera las medidas, pero solo anunció que mantenía la fase roja, que implica que solo pueden funcionar los servicios esenciales, en un estado en el que, según el diario Globo, 30 personas murieron esperando camas de terapia intensiva.
El Gobierno estadual adelantó además que habrá 338 camas más para pacientes de Covid y un nuevo hospital en la capital de San Pablo, y fechó para el 22 de este mes el inicio de la vacunación a mayores de 72 años, que se hará en centros de salud y estaciones de servicio. El lunes comienza la inmunización de los ancianos de 75 y 76 años.
En Rio de Janeiro, la segunda ciudad más grande del país, en tanto, el secretario de Salud del estado, Carlos Alberto Chaves, afirmó que el Gobierno analiza frenar el ingreso de turistas para contener la Covid-19, a partir de un estudio de indicadores de acá al viernes.
«Veo las playas llenas de turistas. ¿Es hora de turismo aquí? ¿Es hora de samba en la playa? No lo creo. Estamos hablando con la Vigilancia Epidemiológica sobre esto. Hay varios puestos para colocar, unos más drásticos, otros más ligeros», advirtió el funcionario.
Las cifras de hoy marcan que el 95% de las camas de terapia intensiva de la red del Sistema Único de Salud están ocupadas y el 6% de los residentes de la ciudad de Río ya fueron vacunados.
En una conferencia de prensa en la sede de la secretaría, Chaves aseguró que no abrirá hospitales de campaña: «No vamos a poner a un paciente en un contenedor ni a reabrir un hospital de campaña. Punto. No quiero ser el quinto o sexto secretario de salud en la cárcel», afirmó.
Un informe del laboratorio federal Fiocruz difundido anoche, cuando se batió el récord de 1.972 muertos en un día, sobre todo por el efecto de la variante P1 surgida en noviembre en el estado de Manaos, capital colapsada del estado de Amazonas, reveló que con el pasar de los días se profundiza el caos hospitalario.
Según Fiocruz, 25 de las 27 capitales tienen el 80% de ocupación hospitalaria, mientras que 15 capitales tienen más del 90%.
Todos los estados tienen municipios con filas de internación en terapia intensiva, en medio de cuarentenas y toques de queda nocturno.
En ese marco, con 10 millones de vacunas aplicadas y unas 30 millones a la espera de ser inyectadas en marzo, el Ministerio de Salud envió una carta a la embajada china en Brasilia con la intención de adquirir 30 millones de dosis de Sinopharm.
El Gobierno firmó un acuerdo de intenciones con Pfizer y Janssen y hasta el momento se encuentra aplicando las vacunas CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, y la anglo-sueca AstraZeneca-Oxford.
Según el estudio Our World in Data, de la Universidad de Oxford, Brasil superó en muertes la última semana a Estados Unidos -aunque en números absolutos aún sigue segundo, muy lejos- y estaría convirtiéndose en el epicentro mundial de la pandemia. El país acumula 268.370 fallecidos, con 11,1 millones de casos.
Ante ese cuadro, gobernadores de 21 estados presentaron hoy una propuesta de Pacto Nacional por la Vida y la Salud, en el que propician un acuerdo amplio entre las tres poderes del país «con el objetivo de fortalecer la lucha contra la pandemia de coronavirus».
«Reafirmamos esta propuesta, que se ha vuelto aún más urgente por el empeoramiento de la situación de salud, con terribles pérdidas de vidas, además de daños económicos y sociales. El coronavirus es hoy el mayor adversario de nuestra nación», subrayaron los gobernadores, según la carta publicada por Agencia Brasil.
Con la intención de «evitar el colapso total de los sistemas hospitalarios en todo Brasil y mejorar la lucha contra la pandemia», los mandatarios reclamaron una coordinación nacional alrededor de tres puntos: ampliar la vacunación con pluralidad de proveedores, más compras y solidaridad internacional; apoyar las medidas preventivas fundamentales para contener el virus, y ampliar las camas hospitalarias.
La idea de un Pacto Nacional por la Vida y la Salud está firmado por los gobernadores de Maranhao, Pará, Espírito Santo, Ceará, Tocantins, San Pablo, Pernambuco, Alagoas, Sergipe, Rio Grande do Sul, Piauí, Rio Grande do Norte, Bahía, Paraíba, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás, Acre, Minas Gerais, Distrito Federal y Roraima.