La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, aseguró que «la responsabilidad por lo sucedido está por arriba de la Gendarmería» y llamó a «no cortar el hilo por lo más delgado» al referirse al envío a Bolivia de municiones y pertrechos en noviembre de 2019, en los días en los que se llevó a cabo el golpe de Estado en ese país, que está investigando el juez en lo Penal Económico, Javier López Biscayart.
«Miremos para arriba y para el costado también», remarcó en una entrevista que publica este domingo el diario Página/12, en la que la funcionaria dio detalles del sumario administrativo iniciado a efectivos de la Gendarmería que participaron de la operatoria para trasladar el material represivo a La Paz.
En relación al sumario a los gendarmes, sobre el cual contó que «tiene por lo menos un mes y medio más para que termine», advirtió que el expresidente Mauricio Macri «quiere frenarlo» porque con el avance de las investigaciones internas «ellos (por Macri y su abogado defensor, Pablo Lanusse) pierden el control de lo que ahí surge como evidencia y eventualmente como prueba».
Consultada en particular por las 70.000 municiones anti-tumulto que formaron parte del envío de pertrechos, remarcó que de todo el material que se cargó en el avión Hércules C-130 para ir a Bolivia «vuelve todo menos lo que sale como complemento: 70.000 cartuchos 12/70 (de munición anti-tumulto para Itaka), 100 spray de gas pimienta, 61 granadas CN, 200 granadas CS y 400 granadas HC».
«Los sprays junto con las municiones tienen egreso porque están en una nota proforma de la Gendarmería, pero las 61 granadas CN, 200 granadas CS y 400 granadas HC tienen una anotación que dice ‘no embarcado’. Ahí hay una cuestión que está siendo analizada en el sumario de la Aduana porque no está muy claro finalmente qué es lo que embarcaron y qué no. De todo eso vuelven 160 granadas CS y 360 granadas HC», detalló Frederic.
Aunque el sumario administrativo sigue su marcha, la ministra consideró confirmado que «esas municiones (los 70.000 cartuchos 12/70) no iban a proteger a la embajada y a la residencia» y recordó que esa hipótesis, precisamente, «fue la excusa que se usó para mandarlas a Bolivia».
Además, contó que los integrantes del grupo Alacrán (cuerpo de elite de la Gendarmería) «que viajaron en el vuelo del Hércules manifiestan haber visto los pallets con las municiones, como las deben haber visto los tripulantes de la Fuerza Aérea que estaban en el vuelo», y de ese modo reafirmó que los gendarmes «viajan con este armamento y con las municiones».
Frederic afirmó también que al arribar a Bolivia los integrantes de la Gendarmería «se dividen en dos grupos de 5 y 6 respectivamente» y que el primer contingente se dirigió «a la embajada (argentina en La Paz)» mientras que «otro grupo a la residencia del embajador».
Sumario interno
La funcionaria reveló que como consecuencia del proceso sumarial interno hay «cuatro gendarmes en disponibilidad», por lo cual están «sin función» y cobran «aproximadamente el 50 por ciento del salario», mientras que en relación al cargamento transportado en el avión Hércules ratificó que los efectivos declararon que «con ellos a la embajada y a la residencia no fueron las 70.000 municiones, ni iban a ir».
«No iban a ir porque es una cantidad que no hubieran podido usar tampoco», puntualizó y agregó que «en el manifiesto de carga del vuelo no constan las 70.000 municiones anti-tumulto».
En otro tramo de la entrevista, Frederic insistió en que además de los gendarmes bajo actuación administrativa, porque el sumario interno no se limita a los cuatro que fueron pasados a disponibilidad, «hay otros involucrados, o que serían responsables», y en ese sentido señaló que efectivos de la «Fuerza Aérea» y «agregados» (efectivos de las FFAA que actúan en embajadas en el Exterior, como la representación argentina en La Paz).
«Hay que ver cómo fue la relación entre la Fuerza Aérea Boliviana y la embajada (argentina en La Paz). ¿A través de quién fue? Cuando digo involucrados, quiero decir que fueron parte. Pueden ser testigos, no necesariamente responsables directos, pero que han sido parte de esta operatoria que fue muy compleja», añadió al referirse a integrantes de las Fuerzas Armadas que actuaron como agregados diplomáticos en La Paz.
Y en el mismo sentido, destacó: «Los agregados son asesores del embajador que tienen la función de articular con, respectivamente, la policía de cada país y las Fuerzas Armadas de cada país. No tienen autonomía del embajador ni de su propia institución».
Por último, Frederic consideró que la reunión que mantuvo el comandante de Gendarmería Adolfo Caliba con la policía boliviana el 17 de noviembre de 2019 en La Paz no fue una iniciativa personal, sino que respondía a «un requerimiento que venía de la Argentina».
«Acá hay muchas áreas del Estado intervinieron para poder sacar esas 70.000 municiones de la forma que salieron del país, sin la intervención del Congreso», señaló y en el mismo sentido exhortó: «La decisión tiene que haber venido de otro lado. Eso no los exime a los gendarmes, pero no cortemos el hilo por lo más delgado. Miremos para arriba y para el costado también».