Cristina Kirchner pidió ir a juicio oral en la causa de las fotocopias de los cuadernos. La expresidenta presentó un escrito a través de su abogado Carlos Beraldi en el que describe las numerosas irregularidades del proceso y reclama elevar el expediente a juicio.
“Detenciones a mansalva”; aprietes a los supuestos arrepentidos; declaraciones direccionadas; pruebas que se quemaron; violación de todas las garantías constitucionales; maniobras de forum shopping; son algunas de las ilegalidades denunciadas por CFK en el texto entregado antes del inicio de la feria judicial.
El juez Claudio Bonadio cerró a principios de junio la etapa de instrucción de una parte del expediente de la causa de las fotocopias. Luego corrió vista a las partes.
Apremiado por su estado de rebeldía en la causa por espionaje ilegal, el fiscal Carlos Stornelli pidió la elevación a juicio. Lo mismo hicieron las querellas a cargo de la Unidad de Información Financiera y la Oficina Anticorrupción, organismos que dependen del Poder Ejecutivo.
Como es habitual en estos casos y en esta etapa del proceso, la mayoría de las defensas hicieron planteos de nulidad o reclamaron el sobreseimiento. Sin embargo, la estrategia de Cristina Kirchner se diferenció del resto de los imputados.
La exmandataria reclamó la elevación a juicio para que un tribunal oral pueda dirimir las irregularidades cometidas en la etapa de instrucción. Su abogado sostuvo que todo lo actuado hasta ahora es nulo y explicó que “en condiciones normales, la posibilidad de que estas actuaciones pudieran ser elevadas a juicio, en términos jurídicos, resultaría absurda”, pero en este caso entiende que “frente a la ausencia manifiesta de un órgano jurisdiccional que en esta instancia pueda reparar todas estas ilicitudes, resulta imprescindible que las actuaciones transiten hacia la próxima etapa procesal”.
El escrito hizo un racconto de la instrucción de la causa que está a punto de cumplir un año. Recordó que el expediente “se inició a partir de un supuesto elemento de prueba obtenido por medios ilegales: los presuntos cuadernos del chofer Oscar Centeno” y que quedó en el juzgado número 11 por una maniobra de forum shopping. Para el juez se trataba de una conexidad con la causa gas licuado y todas las defensas plantearon que debería haber mandado a sorteo el nuevo expediente.
Beraldi recordó que el juez y el fiscal tardaron cinco meses en ir a buscar los cuadernos de Oscar Centeno. Cuando fueron a buscarlos con el chofer en persona y las cámaras de televisión mostrando en vivo el momento, el chofer luego dijo que los había quemado. El letrado resaltó lo insólito que a pesar de esto Centeno “pasó a ser considerado por los instructores como un importante colaborador en la búsqueda de la verdad”.
Aprietes y detenciones a mansalva
En el escrito el abogado de CFK recordó “las supuestas confesiones” que fueron extraídas utilizando la ley del arrepentido como “método coactivo”, sin tomar ningún registro audiovisual de las declaraciones como estipula el artículo 6 de la norma. La ley fue aprobada por el Congreso, con iniciativa del gobierno de Mauricio Macri y usada por primera vez en este expediente.
Para Beraldi las declaraciones fueron “siempre en una misma dirección: imputar, como sea y por cualquier delito” a Cristina Fernández. El abogado afirmó que “se realizaron detenciones arbitrarias a mansalva” y las maniobras de extorsión fueron moneda corriente durante toda la investigación. O decís lo que yo quiero que digas o vas preso: “Decenas de imputados fueron colocados ante la siguiente disyuntiva: o reconocían la comisión de supuestos delitos, vinculando a la ex Presidente de la Nación con los mismos, o serían privados de su libertad por un lapso indefinido”, señaló Beraldi. Por último, recordó que el procesamiento con prisión preventiva y el embargo multimillonario fue dictado a pesar de que “se ha escrito en las propias resoluciones que no existe una sola prueba directa que demuestre que mi asistida hubiera recibido coimas”. Por eso es que consideró que “en el marco de una audiencia oral y pública estas cuestiones pueden ser esclarecidas y oportunamente sancionadas”.
La postura de CFK en esta causa revela la misma estrategia que en el juicio que ya se está llevando adelante por presuntas irregularidades en la obra pública, a cargo del Tribunal Oral Federal 2: no obstaculizar los procesos o demorarlos con planteos de nulidad y dejar que avancen los juicios orales. Es en ese marco en el que la Senadora considera que puede demostrar todas las irregularidades cometidas durante las etapas de instrucción.
El próximo paso es el sorteo del tribunal que llevará a cabo el juicio. Sin embargo, antes deberán resolverse los numerosos planteos de las defensas de las decenas de imputados en la causa. El trámite todavía tiene un camino sinuoso por delante, antes del comienzo debate oral.
Por Sofía Caram, en Página/12