El Fuyo criticó la falta de debate de los proyectos enviados por el Ejecutivo

Los diputados del Frente Unidos y Organizados por la Soberanía Popular (Fuyo), que votaron en contra de la reforma de la estructura del Poder Judicial, criticaron su tratamiento exprés y la «aplicación del físico”, sin que hubiera lugar al debate. 

Para el bloque, la ampliación del número de los miembros del Superior Tribunal de Justicia «es un absoluto retroceso, y lejos de traer ideas superadoras vuelven a los principios que tenía el menemismo, de una Corte con mayoría automática».

En este sentido, mencionaron a Bolivia como «ejemplo de superación, en tanto se realizó una reforma para que los jueces del máximo tribunal sean elegidos por el voto popular».

«Pastor Mamaní, con quien estuvimos reunidos, es el primer juez indígena que estudió en una universidad pública. Ante la imposibilidad de remover a los jueces actuales, lo que busca el gobernador Morales es nombrar jueces para poder manejar el Tribunal de Justicia con una actitud antidemocrática”, aseguró Germán Noro, presidente del bloque.

Por otra parte, el legislador señaló que se debería dar participación al Colegio de Abogados, al Colegio de Magistrados y a organizaciones de la sociedad civil, «porque se trata de una reestructuración en el sistema judicial que nos afecta a todos».

«Se quiere aprobar todo sin discusión y lo más preocupante es la falta de diálogo, no se quiere dialogar. La ley establece que cuando se trata de la reforma de una estructura de poder judicial si o si hay que consultar con el Superior Tribunal de Justicia. El radicalismo plantea que no es vinculante”, agregó Noro.

Su comáñero de bloque, Juan Manuel Esquivel, indicó que «si bien uno de los proyectos promueve la especialización de la tarea a través de salas y permite agilidad en el tratamiento de causas en este ámbito, el presidente del Superior Tribunal de Justicia comanda todas las salas. Se convierte así en un super presidente que tendrá que atender la tarea de todas las salas».

«Eso generará finalmente una suerte de cuello de botella que demorará las resoluciones y le otorgará al presidente del STJ superpoderes porque intervendrá en todas las causas”, señaló Esquivel.