El presidente Javier Milei firmará un decreto para facilitar el proceso de privatización de la empresa Aerolíneas Argentinas, a fin de «acelerar el debate» y que se dé «trámite prioritario» en el Congreso al proyecto presentado por el PRO.
Según fuentes oficiales, el presidente firmaría el decreto «la semana que viene» con el objetivo de impulsar la iniciativa que presentó el diputado del partido amarillo Hernán Lombardi.
«El decreto le da trámite prioritario al proyecto de Lombardi», afirmaron ante esta agencia fuentes con despacho en la Casa Rosada.
La iniciativa del PRO tiene tres artículos y dos páginas para fundamentar la venta de la línea de bandera nacional, y allí se declara a la empresa estatal «sujeta a privatización» en «los términos y con los efectos previstos en la Ley N°23.696 de Reforma del Estado».
En Casa de Gobierno manifiestan que la brasileña GOL y la aerolínea colombiana Avianca se mostraron «interesados» en entrar al proceso que podría hacer retornar a la empresa nacional a manos privadas.
«Si no se privatiza antes de diciembre de 2024, le damos las acciones a los empleados», adelantaron fuentes oficiales sobre qué sucedería si el Gobierno no logra su objetivo.
Y advirtieron que «de continuar el conflicto la compañía estará fundida en 60 días», señalaron sobre la disputa entre el Gobierno y los gremios aeronáuticos.
En tanto, no descartaron utilizar el mismo mecanismo para la aerolínea de bandera con otras empresas estatales, como es el caso de Correo Argentino.
El que también se refirió al tema fue el secretario de Transporte, Franco Mogetta, quien insistió en la necesidad de privatizar la compañía al advertir que el Estado no debe ocuparse de una empresa que «genera pérdidas».
«Desde el Gobierno nacional insistimos en la necesidad de privatizar la aerolínea para que pueda competir con las reglas de un privado y darle mayor eficiencia a la compañía», sostuvo Mogetta.
Lo mismo hizo el presidente de Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, quien justificó la necesidad de privatizar la empresa con el argumento de que «en las condiciones actuales no puede competir con el resto de las compañías en América y Europa».
Además, señaló que los sindicatos no entendieron que la empresa «tiene una situación económica en la cual no puede dar más de lo que no tiene».
El titular de la línea de bandera explicó también que la decisión del Gobierno de emitir un decreto para declarar a la compañía sujeta a privatización se dio porque «estuvieron las reuniones en el Congreso, pero el tema no fue aprobado».
El anuncio del DNU presidencial para impulsar la privatización de Aerolíneas Argentinas lo hizo por la mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien planteó que el decreto acelerará el debate para declarar a la empresa «sujeta a privatización».
La decisión llegó luego de que desde la administración libertaria anunciaran negociaciones con compañías de países limítrofes con el objetivo de concesionar los vuelos de cabotaje de Aerolíneas Argentinas.
«El presidente va a firmar un decreto que va a declarar a la empresa Aerolíneas Argentinas sujeta a privatización, tal como lo habilita el artículo noveno de la ley 23696, llamada Ley de Reforma del Estado», sostuvo el funcionario en su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada.
De esta forma, una vez publicado el decreto en el Boletín Oficial, deberá pasar por el Congreso para que lo trate, y se espera además que se debata en el corto plazo.
La decisión tiene lugar en pleno enfrentamiento del Gobierno con la compañía y los gremios aeronáuticos por los paros en reclamo a una mejora en la negociación paritaria, y que además rechazan la privatización.
Amparado en el «déficit crónico» de la compañía, el Gobierno trabaja en la transferencia de la aerolínea al sector privado, un deseo que persiguen desde el inicio de la gestión.
Para la administración libertaria, la medida «pretende que Aerolíneas Argentinas opere bajo criterios de eficiencia comercial y generar un ámbito de competencia en igualdad de condiciones, profundizando la libertad de los mercados, sin que esto implique la pérdida de soberanía nacional».
Pese al fracaso de avanzar en la privatización de la compañía como parte de la Ley Bases, el Gobierno vuelve a la carga a partir de una iniciativa del PRO, que es uno de los aliados más fuertes en el Congreso.