Movimientos de jubilados se manifestaron este martes en contra del asado que preparó el presidente Javier Milei para agradecerle a los diputados el voto en contra de la modificación de la ley de movilidad jubilatoria.
La protesta de jubilados contra el asado de Milei a los 87 diputados “héroes” comenzó a última hora de la tarde de ayer frente a la residencia de Olivos. Por tal motivo se extremaron las medidas de seguridad en la zona y alrededor de 400 policías rodean las inmediaciones de la Quinta.
Los jubilados portaron cacerolas para hacer un “ruidazo” frente a la puerta principal de la Quinta de Olivos. “Robar a los Jubilados es un crimen social”, decía una de las banderas más grandes, mientras que entre los carteles más pequeños abundan leyendas como “Diputados vendidos y traidores”.
«Asado para los diputados, pan y agua para los jubilados», decía el cartel que sostenía una jubilada de pelo blanco en la cercanía de la Quinta de Olivos. Cerca de ella, y vestidos de gala, ingresaban a la residencia presidencial, para «celebrar» el veto contra los jubilados y compartir un asado con el presidente, los diputados del bloque de la Libertad Avanza, los del PRO y el radical Mariano Campero.
El vocero presidencial Manuel Adorni, ante las críticas por el festejo en el marco de un gobierno que no deja de repetir que «no hay plata», pero realiza banquetes para lo que ellos mismos denominan «la casta», salió a aclarar que cada diputado iba a pagar su plato 20 mil pesos. Algunos, burlones, incluso llevaron ensaladas y vinos.
Milei tiene y tuvo otro objetivo: el de asegurarse el número clave «de los 87 héroes» para los vetos que ya sabe que vendrán. El primero en la lista de espera, ya prometió, será el de la ley de financiamiento universitario.