Morales estuvo en el cierre de campaña de Juntos por el Cambio.

La alterada vida de Gerardo Morales tras las elecciones del 27-O

Por Gabriela Tijman. En las elecciones de este domingo, la alianza oficialista Juntos por el Cambio (JC) salió primera en la categoría para la presidencia en tres departamentos: su histórico bastión Gral. Manuel Belgrano, San Antonio y Valle Grande. En esos mismos había ganado en las PASO del 11 de agosto, pero en esa oportunidad también se había impuesto en Palpalá, San Pedro y Tumbaya, que esta vez eligieron la fórmula del Frente de Todos (FT).

El caso de Tumbaya es curioso, porque si bien sus pobladores optaron mayormente por la fórmula Fernández-Fernández para la presidencia, el corte de boletas implicó que en la categoría diputados nacionales se impusiera el candidato de JC, el radical Jorge Rizzotti. De todos modos, habrá que esperar el escrutinio definitivo, pues con el 89,47 por ciento de las mesas escrutadas, la diferencia es de apenas 50 votos.

Lo primero que surge de un primer análisis es que Morales no pudo convencer al electorado de la Quebrada y la Puna, las regiones en las que plantó bandera para sus más ambiciosos emprendimientos de energía, con el parque solar y la explotación del litio, y de transporte, con el demoradísimo tren Jujuy-La Quiaca.

Tampoco le resultó efectiva la concreción de la venta del Ingenio La Esperanza. En el departamento de San Pedro obtuvo en la categoría para presidente y vice cerca de 18 mil votos, frente a los casi 28 mil que sacó el binomio FF. Y en la localidad de La Esperanza, donde hace apenas una semana hizo un pomposo acto de entrega de viviendas, fue superado por 13 puntos porcentuales.

El domingo por la noche, el gobernador se felicitó a sí mismo y a su espacio político por haber “recuperado” 15 puntos respecto de las PASO, una recuperación que sin embargo no le alcanzó para mejorar su performance en las primarias.

Por otra parte, el triunfo del FT en Jujuy implicó una marca roja en el boletín de Morales, que se había ufanado de haber sido elegido para estar a cargo de la campaña del radicalismo en todo el país. Su candidato, el “jujeño” Mauricio Macri, “el presidente que más veces visitó la provincia”, tal como destacó el gobernador, salió segundo en Jujuy. Y tal como viene el recuento de votos, lo más probable es que Juntos por el Cambio pierda un diputado nacional en la cámara baja.

Por estas horas, vale remontarse al año 2015 y recordar que en Jujuy el candidato a presidente más votado fue Sergio Massa, y no Macri. Un Massa al que por entonces respondía el compañero de fórmula de Morales, el vicegobernador Carlos Haquim, que en las elecciones del último domingo brilló por su ausencia en el centro de campaña de JC.

Fue el “destrato” lo que alejó a Haquim de Morales, según aseguran en su partido, Primero Jujuy. La expectativa entonces está puesta en qué actitud tomará el vicegobernador en el próximo período, siendo el titular de la Cámara de Diputados.

Es precisamente en la Legislatura donde sobrevuela una pregunta: ¿se mantendrá el interbloque Cambia Jujuy/Juntos por el Cambio? Porque además el Partido Socialista, aliado oficialista desde 2015, eligió apoyar la fórmula de Consenso Federal en las elecciones del domingo.

El balance general, tras cuatro años de gestión y con un segundo mandato en puerta, no es para celebrar. Con estos datos y este panorama interno bajo el brazo, Gerardo Morales tendrá que sentarse a conversar con el presidente electo Alberto Fernández. Jujuy es una provincia altamente dependiente del estado nacional, incluso para cuestiones tan domésticas y urgentes como el pago de sueldos. Ni hablar entonces de la abultada deuda que contrajo en casi cuatro años y sobre la cual deberá empezar a pagar intereses, que de ninguna manera se podrán solventar con utilidades de los emprendimientos para los cuales fue contraída.

«Tenemos la expectativa de que un resultado no altere la vida de las personas», dijo el gobernador al votar el domingo. El resultado muestra que las personas están buscando, precisamente, un nuevo rumbo que les mejore sus vidas, que se vieron alteradas cuantitativa y cualitativamente en los últimos años. Aunque tal vez, al pronunciar esas palabras, Morales estaba pensando en sí mismo. Todo indica que su vida, al menos su vida política, se verá afectada a partir del nuevo mapa político nacional y provincial.

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