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Luego de estar detenidas durante dos semanas, el juez de Control Isidoro Arzud Cruz ordenó la liberación de Patricia Jaldin y Mirta “Shakira” Guerrero, que están imputadas por los delitos de “violación de domicilio” y “amenazas”.
Fernando Barea, abogado defensor de las imputadas, denunció que hubo graves irregularidades en la investigación judicial y fiscal: «Fue una clara intención de persecución política e ideológica contra las detenidas”, dijo el letrado.
Señaló que «la investigación para dar con el paradero de las imputadas ha sido paupérrima y eso desencadenó una detención ilegal y arbitraria. En ningún momento previo a la detención se informó a Jaldin y a Guerrero respecto de su imputación. Los policías dijeron que no pudieron dar con su paradero pero las imputadas viven en el mismo domicilio indicando en sus documentos y en ningún momento se dejó en ellos ningún tipo de aviso».
Agregó: «En este tipo de delitos corresponde que se trabaje con el imputado en libertad pues así lo establece el Código Procesal Penal. Esto no es una opción del juez o del fiscal sino un derecho de los imputados».
Ambas mujeres se presentaron espontáneamente ante el magistrado el pasado 23 de febrero, luego de conocer que pesaba sobre ellas una orden de detención por los delitos de “violación de domicilio” y “amenaza”, luego que Guerrero y Jaldín se presentaran en la bloquera de la organización barrial Tupac Amaru, que había sido usurpada por ex tupaqueros.
