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La Revolución de Mayo, Tupac Amaru, los originarios y el Malón de la Paz, analizados por la historiadora Araceli Bellotta

“La revuelta de Tupac Amaru II, el movimiento anticolonialista más importante que debieron enfrentar los españoles en este territorio americano, es como un antecedente de los movimientos revolucionarios que después se van a producir en distintos territorios”, explicó la historiadora Araceli Bellotta en diálogo con el programa Día 6 (91.5), al analizar la relación entre la Revolución de Mayo y los pueblos originarios.

Tupac Amaru II.

“El que va a triunfar de esos movimientos es el de Buenos Aires, en 1810, que había tenido antecedentes, entre ellos el de Tupac Amaru”, continuó, y repasó: “Tanto es así que cuando las Provincias Unidas del Río de la Plata declaran la independencia en 1816 en Tucumán -una parte, porque otra parte habían declarado la independencia antes, con Artigas-, los habitantes del norte tenían mucho más presente la rebelión de Tupac Amaru que la revolución de 1810, por cercanía territorial pero además sobre todo por confluencia étnica. Así es como ese Congreso de Tucumán ordena traducir las actas de la independencia en aymara y quechua”.

“Aquel reclamo insurreccional de Tupac Amaru en verdad tenía que ver con que se terminara el colonialismo de España y se terminara con la explotación de los pobladores originarios en aquellos territorios”, sintetizó.

Hotel de Inmigrantes, 1946.

En un salto en el tiempo, Bellotta evocó el Malón de la Paz de 1946: “Los pobladores originarios entienden que, llegada al gobierno una persona como Juan Domingo Perón, que hablaba de incluir a los excluidos, les había llegado su hora para que les restituyeran las tierras, que era el viejo reclamo que se reprodujo siempre, desde la Revolución de Mayo hacia adelante, cada vez que se pudo. Y siempre perdieron los pobladores originarios”.

Así fue que se organizó el Malón de la Paz. La historiadora relató: “Empiezan a bajar las poblaciones originarias de las distintas provincias y confluyen en Buenos Aires con la esperanza de que esto se produzca. Y no se produjo. Fueron recibidos con honores, los iban parando en los pueblos, les hacían homenajes, hasta les organizaron un partido de fútbol en la cancha de Boca. Pero los alojaron en el Hotel de Inmigrantes y finalmente fueron devueltos vía ferrocarril a sus territorios sin ninguna respuesta”.

Buenos Aires, 2010.

“Después, en 2010, para el bicentenario de la Revolución, Milagro Sala organizó un segundo Malón de la Paz -señaló-. Vinieron a Buenos Aires pobladores originarios ahora ya no solamente del norte sino de todo el país, para hacerse presentes en la celebración del bicentenario, y nuevamente para hacer oír su voz, el reclamo ancestral que todavía hoy siguen repitiendo”.

-Se habla de la Revolución de Mayo como un hecho histórico casi exclusivamente de Buenos Aires. ¿Los revolucionarios tenían en cuenta a los pobladores originarios?

-Una parte de ellos, sí. La Primera Junta fue una suerte de Alianza, hablando en los términos de hoy. Ahí se juntaron el Ejército, representado por Cornelio Saavedra, la burguesía comercial porteña y la parte más jacobina, los intelectuales: Moreno, Belgrano, Castelli, Monteagudo. Esta parte jacobina sí tuvo muy en cuenta el tema de los pobladores originarios. Tanto es así que cuando a Castelli lo mandan al Alto Perú, antes de que se produjera el enfrentamiento entre Saavedra y Moreno, él hace una gestión en el norte y entabla relación con los pobladores originarios. De hecho, el primer aniversario de la Revolución de Mayo Castelli lo celebra en el Cusco, una ciudad emblemática y sagrada para los pobladores originarios, y les promete devolverles las tierras. Pero bueno, en Buenos Aires ya se había producido el enfrentamiento entre Moreno y Saavedra, y Moreno y la fracción jacobina pierden.

-Y con ellos vuelven a perder los pobladores originarios…

Lautaro.

-Claro. Lo hacen volver a Castelli a Buenos Aires y lo ponen preso. De hecho, cuando él muere en la cárcel, de un cáncer de lengua, él no sabe por qué se lo estaba juzgando. Pero al mismo tiempo, de esa fracción sale la propuesta de Belgrano en el Congreso de Tucumán de 1816 de entronizar a un rey inca, y el rey inca era un descendiente de Tupac Amaru II, el que había sido linchado en 1781, que era el único de esa familia que quedaba vivo y que había permanecido durante más de veinte años preso en una cárcel de una de las colonias que tenía España en Áfrtica, en Ceuta. Entonces, cuando Belgrano piensa en la entronización de un inca, está pensando en este descendiente. Y tanto tenía presente esta fracción jacobina de la Revolución de Mayo a los pobladores originarios, que la logia que reúne a San Martín, Alvear y otros se llama Lautaro, en honor al cacique chileno. O sea que podemos decir que ellos tenían absolutamente presentes a los pobladores originarios. Porque además los pobladores originarios eran el símbolo de la opresión de España; eran los más oprimidos de los oprimidos. Y la reivindicación de estos pobladores originarios era el mayor símbolo que ellos entendían que se podía levantar para dejar bien claro cuál era la lucha.

-Además pensaban en términos de patria grande, no de un país.

-Ellos tenían claro que los dueños de la tierra eran esos pueblos originarios, y que cuando España llegó, usurpó esas tierras. Estaba muy claro cuál era la lucha y por dónde había empezado la usurpación.

-¿Por qué la historia nos ha sido contada y sigue desde una única perspectiva? ¿Cómo se puede cambiar esto?

-Para empezar, es necesaria una investigación con honestidad intelectual. La historia se construye a partir de documentos, no a partir de lo que a uno le parece. De hecho, lo que se llama “la historia oficial” fue inaugurada por Bartolomé Mitre, quien tenía un muy claro proyecto de país, que tenía que ver con coordinar a la Argentina en la división internacional del trabajo desde el imperio de la Gran Bretaña, proveedores de materias primas que venían después manufacturadas por la industria británica y nos la volvían a vender a precios triplicados. Pero además tenía que ver con cómo se hizo la riqueza en estas tierras. Lo que solemos llamar oligarquía creció a partir del apoderamiento de las tierras de los pobladores originarios, justamente. Los grandes ingenios del norte, los grandes territorios convertidos en estancias después de la mal llamada campaña del desierto… Bueno, esos territorios eran propiedad de los pueblos originarios.

-Y se escribió una historia para legitimar esos despojos…

-Absolutamente. Y de ahí viene la idea de “civilización y barbarie”, donde “civilización” era supuestamente el europeo y la “barbarie” era lo autóctono. Pero lo cierto es que la supuesta civilización les robó las tierras a los bárbaros. Entonces, es toda una construcción histórica que tiene que ver con justificar también un modelo, que es el que termina triunfando. Por eso la importancia de volver a revisar la historia; no contradecirla a partir de relatos sino contradecirla a partir de documentos. Y esto que estoy diciendo de la apropiación de las tierras de los originarios por parte de la oligarquía, está absolutamente documentado.

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