Los 15 héroes que ya tienen sus «corazones de piedra» entre los cerros de Juella

Por Cristian Velásquez. El gélido viento del invierno no restó ánimo a los soldados del Grupo de Artillería de Montaña 5 de Jujuy que, en medio de sus maniobras militares y atraídos por el celeste y blanco de una bandera, hicieron un alto para descubrir un espacio dedicado a los 15 jujeños caídos en Malvinas, entre cerros de tonos castaños y amarillos que dominan la geografía de Antiguito Chico en la localidad de Juella, siete kilómetros al norte de Tilcara.»Fue una verdadera emoción para ellos saber que existía un lugar así, tan significativo, hecho por gente humilde de esta tierra, una tierra que forma parte de un patrimonio mundial y de las luchas por la independencia nacional», indicó a Télam Nicolás Toconás, un veterano de la guerra de Malvinas nativo de Juella, de 75 años, que decidió perpetuar el recuerdo de sus comprovincianos con un cenotafio en la Quebrada de Humahuaca.

Toconás trabajó durante tres meses aprovechando los recursos naturales de la zona para concretar el monumento funerario: encargó a unos carpinteros amigos de Perico quince cruces realizadas con madera de álamo, las plantó en la tierra formando una cruz y dibujó en torno un corazón con piedras rústicas.

El enemigo, los comandantes británicos, lo dicen con altivez en sus publicaciones, que a los argentinos no los podían sacar de entremedio de las piedras, estaban aferrados como moluscos y eso les retrasaba el avance hacia Puerto Argentino», precisó para explicar el contorno de piedras del monumento.

«En memoria de ese valor que todos ellos pusieron es el corazón de piedra; es el amor que ellos sintieron por la patria», sostuvo.

Las cruces llevan el nombre de los soldados jujeños fallecidos en la guerra: Huberto Alemán, Héctor Diez Gómez, Raúl Farfán, Teodoro Laguna, Antenor Sajama, Roberto Sancho, Fernando Zarzoso, Héctor Oviedo, Fidel Ángel Quispe, Omar Chaile, Justo Mamaní, Ramón Salazar, Roberto Úzqueda, Jorge Torres y Miguel Ángel Ávila.

Fuera de los bordes de roca, el veterano colocó tres mástiles dedicados a Dios, la patria y la familia.

Además, algunos vecinos colaboraron en la ornamentación con rosas traídas de otras regiones del país en homenaje a «las madres de Malvinas».

Espacio dedicado a los 15 jujeños caídos en Malvinas. (Foto Edgardo Varela).

«El enemigo, los comandantes británicos, lo dicen con altivez en sus publicaciones, que a los argentinos no los podían sacar de entremedio de las piedras, estaban aferrados como moluscos y eso les retrasaba el avance hacia Puerto Argentino», precisó para explicar el contorno de piedras del monumento.

«En memoria de ese valor que todos ellos pusieron es el corazón de piedra; es el amor que ellos sintieron por la patria», sostuvo.

Las cruces llevan el nombre de los soldados jujeños fallecidos en la guerra: Huberto Alemán, Héctor Diez Gómez, Raúl Farfán, Teodoro Laguna, Antenor Sajama, Roberto Sancho, Fernando Zarzoso, Héctor Oviedo, Fidel Ángel Quispe, Omar Chaile, Justo Mamaní, Ramón Salazar, Roberto Úzqueda, Jorge Torres y Miguel Ángel Ávila.

Fuera de los bordes de roca, el veterano colocó tres mástiles dedicados a Dios, la patria y la familia.

Además, algunos vecinos colaboraron en la ornamentación con rosas traídas de otras regiones del país en homenaje a «las madres de Malvinas».

Espacio dedicado a los 15 jujeos cados en Malvinas Foto Edgardo Varela

Espacio dedicado a los 15 jujeños caídos en Malvinas. (Foto Edgardo Varela).

Toconás, uno de los más de 200 soldados jujeños que regresaron de la guerra, se refiere a su homenaje con la satisfacción de contribuir al objetivo de que los soldados jujeños puedan «salir del anonimato» y realizar un aporte a la causa Malvinas.

«Así como muchos turistas que visitan la quebrada de Humahuaca y visitaron acá, llegó un día una periodista europea que luego publicó la existencia de este recordatorio como un símbolo de la posguerra», contó.

«Acá hay puro sentimiento, el amor a la patria se respira muy profundo», agregó señalando el lugar, ubicado a 5 kilómetros de la ruta nacional 9, la vía principal de la quebrada de Humahuaca.

El próximo 2 de abril se realizará frente al cenotafio un acto recordatorio y será la ocasión para imponer el nombre «Madres de Malvinas» a un museo creado también por Toconás que permitirá exhibir fotografías de la guerra y de las madres de los combatientes, y que será declarado de interés municipal.

Ex soldado del regimiento de Infantería 8 de Comodoro Rivadavia, epicentro de las operaciones de Malvinas, Toconás mantiene el recuerdo de su misión en 1982.

«Desde Puerto Argentino nos llevaron en barco hasta Darwin y desde allí a la isla Gran Malvina, a un lugar que se llama Bahía Fox, de ahí hasta el estrecho de San Carlos», donde permanecieron hasta el final de la guerra, relató.

En la búsqueda por «mantener viva la llama de Malvinas» el excombatiente brinda charlas a escuelas e instituciones.

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