Los científicos volvieron a denunciar la crisis del sector y quieren reunirse con los candidatos

“Los funcionarios de Ciencia y Tecnología están mintiendo descaradamente. Los desafiamos a debatir públicamente estos números, que muestran la magnitud del desmantelamiento del sistema científico nacional”, dijo el físico Juan Pablo Paz, investigador del Conicet y “de la Nación Argentina” (tal el premio que le otorgaron en 2014), frente a un centenar de colegas reunidos este miércoles en el auditorio del Museo de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”.

La conferencia de prensa que brindó la Mesa Coordinadora del Plenario Nacional de Directoras y Directores de Institutos del Conicet dio inicio al Cabildo Abierto en Defensa de la Ciencia y la Tecnología argentinas, que volvió a denunciar la brutal caída de la inversión estatal en ciencia y tecnología, la crisis presupuestaria del Conicet y de los otros organismos científicos, la pulverización del poder de comprar los subsidios y la expulsión de a miles de los jóvenes científicos, víctimas del recorte de los ingresos a la Carrera de Investigador.

El Cabildo Abierto de los científicos, que reunió a unos 65 autoridades de los institutos del Conicet, había sido convocada en la primera reunión del plenario en Córdoba, el mes pasado, cuando 245 directoras y directores (el 90% del total) redactaron el Manifiesto de Córdoba, que critica con dureza el deterioro presupuestario e internacional del organismo. Además de denunciar ese difícil contexto, debió ocuparse de explicar por qué las medidas anunciadas el martes por el gobierno nacional para el sector (mil millones más, cuyo destino aún se desconoce) son un pobre paliativo que no podría revertir el vaciamiento y que suponen, apenas, una operación de marketing.

Tras la presentación de Paz, su colega Jorge Aliaga, ex decano de Ciencias Exactas, puso en blanco sobre negro las cifras del área. De 2015 a 2018, el presupuesto para Ciencia y Tecnología se redujo del 0,35% al 0,26% del PBI, y la proyección fijada para 2019 lo deja en 0,23 por ciento. Calculando el presupuesto de cada período según el Índice de Precios Implícitos (IPI), que es el que utiliza el Ministerio de Hacienda (y que es un cálculo conservador, que proyecta la inflación de este año en sólo 34,2%), Aliaga comparó los presupuestos año a año en millones de pesos constantes a valores de 2019. Si en 2015 ese monto equivalía a 70.175 millones de pesos, la partida de este año para CyT es de sólo 47.174 millones.

La diferencia supone una merma del 33% y unos 23 mil millones de pesos menos a valores actuales. Ese solo cálculo pone de manifiesto cuán exiguos son los mil millones adicionales prometidos por el gobierno nacional. Jorge Aguado, subsecretario de Planeamiento del ex Ministerio de Ciencia y Tecnología (ahora secretaría), había declarado que esperaba “que estos anuncios lleven tranquilidad a la comunidad científica”. Tras leer las conclusiones del Cabildo Abierto, la doctora en Química Ana Franchi, directora del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos e integrante de la Mesa Coordinadora, deslizó que “el anuncio no nos trae tranquilidad, para eso deberíamos tomar ansiolíticos”.

Aliaga entregó otros datos. En millones de pesos, el Conicet recibe 4300 menos respecto de los niveles presupuestarios de 2015. Sus gastos de funcionamiento se desplomaron del 10% del total al 4 por ciento. El financiamiento interno de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnólogica también se derrumba. Además, los científicos del Conicet ya saben que los ingresos a la Carrera de Investigador del Conicet quedan congelados en 450 por año. La convocatoria, que siempre se abría en abril, comenzará el 3 de junio.

Respecto de los mil millones extra anunciados, tampoco se sabe si incluyen 500 millones que ya habían sido asignados previamente al Conicet y cuya reasignación aún no fue efectivizada por una decisión administrativa. “Si no los incluyen, el impacto sigue siendo bajísimo en términos del total del sistema; si los incluye, es la nada misma”, dijo Aliaga, y agregó que aún no se sabe a qué áreas serían dirigidos.

Los directores de institutos reafirmaron así sus críticas a la política de la gestión Cambiemos para el sector. Revelaron que serán recibidos por el secretario Lino Barañao el martes próximo. El Cabildo Abierto, que se replicó con actividades de la comunidad científica en 24 ciudades todo el país, se cerró con una marcha al Polo Científico, donde están la sede del Conicet y el ex Ministerio.

Pero el reclamo no se agota en las declaraciones y en la movilización. Lo que hubo este miércoles fue, en realidad, un fuerte llamamiento de los científicos a la ciudadanía y a las fuerzas políticas, con la consigna de que “sin ciencia no hay futuro”. Anunciaron, también, que buscarán reunirse con los candidatos, sosteniendo, como explicó Juan Pablo Paz, que “debe haber un acuerdo programático en defensa de la ciencia argentina, porque la política científica forma parte del debate electoral”. El manifiesto de los directoras y directores exige la declaración de emergencia presupuestaria para el sector, la restitución al rango de Ministerio, la duplicación de las partidas asignadas a la Agencia y al Conicet, y la aprobación de una ley de financiamiento para la Ciencia y la Tecnología.

Entre otros prestigiosos investigadores, estuvieron en el Bernardino Rivadavia los doctores Alberto Kornblihtt y Mario Pecheny, miembros electos del directorio del Conicet y cuya designación, que ya demoró casi un año, se efectivizaría, según asegura el gobierno, en los próximos días. También estuvo la directora saliente, la historiadora Dora Barrancos, que recibió un caluroso aplauso de sus colegas.

Y una presencia que no pasó desapercibida fue la de la investigadora Marina Simian, la bióloga que concursó en el programa ¿Quién quiere ser millonario? y que se entrevistó luego con el presidente Mauricio Macri. Ante la pregunta de un cronista, que hizo una lectura muy crítica de su participación en televisión, Juan Pablo Paz agradeció la presencia de Simian y resaltó el carácter colectivo del reclamo de los científicos: “Fue una actitud individual, y la respeto. En cualquier caso, puso de manifiesto la extensión del reclamo. Ninguno de nosotros se dedicó a la ciencia porque quiere ser millonario, pero uno podría decir que personas que, por ejemplo, desarrollan fármacos para tratar el cáncer, merecerían serlo. Como sea, nosotros estamos hartos de bailar no por un sueño, sino por una pesadilla, que es la que sufre hoy el sistema científico argentino. Y queremos seguir apostando por nuestros sueños”.

Por Pablo Taranto, en Tiempo

x

Check Also

El gobierno nacional planea dar de baja a más de 11 mil cooperativas

El gobierno nacional anunció que dará de baja más de 11 mil cooperativas en las que se detectaron supuestas irregularidades. Además, ...