Los alcaldes peronistas de la provincia de Buenos Aires amplifican el pedido que ya marcaron tanto los movimientos sociales como la Pastoral Social de la Iglesia. La gobernadora siente la presión social en un contexto donde Cambiemos ya teme perder el país en las urnas.
En consonancia con el reclamo que consignaron durante la última semana tanto sindicatos y movimientos populares como la Pastoral Social de la Iglesia, los intendentes peronistas de la provincia se sumaron al pedido de declaración de «emergencia alimentaria» hacia la gobernadora María Eugenia Vidal. Con una fuerte preocupación por el estado de los comedores y merenderos y los barrios más castigados, los alcaldes exigen la ampliación de recursos al Ejecutivo.
Encolumnados detrás de la intendenta de La Matanza y actual candidata a vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, el pedido a Vidal es impulsado por casi cuarenta alcaldes, entre los que se destacan nombres como Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Alfredo Fisher (Laprida) y Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mario Secco (Ensenada) y Gustavo Barrera (Villa Gesell), quienes hicieron foco en la situación de los espacios de contención de niñez, los jubilados y las instituciones educativas para jóvenes y adultos.
«En su carácter de Gobernadora debe asumir la responsabilidad de hacer frente a la crítica situación que enfrentan cada vez más niños, niñas, jóvenes y adolescentes, en edad escolar, abuelos, abuelas y comerciantes», expresa la misiva elaborada por el conjunto de jefes comunales y que fue divulgada en las últimas horas.
«El pedido de Emergencia le ofrece al Estado la posibilidad de aumentar la cantidad de alimentos para las familias que han quedado desempleadas, para los comedores barriales y para los jubilados que no llegan a cubrir sus gastos en comida y medicamentos». También pidieron que se incrementen los cupos en los comedores escolares y que se inicie la apertura de comedores en colegios secundarios y de formación de adultos.
Cabe destacar que el pedido hacia la gobernadora para ampliar los recursos administrativos en la provincia se da en un marco de plena crisis en el oficialismo, donde los embates cambiarios y la disparada del dólar han generado un fuerte cimbronazo en la opinión pública y en las perspectivas a futuro de las finanzas nacionales.
«A través de esta carta que presentamos, queremos visibilizar la mirada de los intendentes peronistas para que la Gobernadora tome medidas en relación a paliar esta situación angustiosa a la que miles de familias se enfrentan. Tenemos que poner de manifiesto esta preocupación», dijo a Contexto el alcalde de Laprida, Alfredo Fisher, uno de quienes impulsan esta iniciativa.
«Desde un distrito como donde yo gobierno, y muchos otros del interior bonaerense, se los ve como privilegiados por el macrismo. Y si bien puede haber cierta bonanza del sector agropecuario, no derrama en el ámbito local. En un contexto de crisis como este, la mayoría de los habitantes de nuestros municipios están muy complicados, sobre todo en las familias más humildes. Hay familias que no pueden costear medicamentos, ni tampoco las facturas de luz y gas», agregó Fisher.
Según el INDEC, la pobreza afecta al 46,8% de los menores de catorce años y el 14,5% de los chicos pasaron hambre en el último año. En tanto, un nuevo informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) sostiene que cuatro de cada diez niños, niñas y adolescentes bonaerenses se alimentan en comedores comunitarios.
En ese sentido, son los niños del Gran Buenos Aires quienes presentan grandes desventajas en materia de seguridad alimentaria frente al promedio nacional, ya que «el 7,8% de ellos no consume ningún nutriente esencial (carnes, lácteos, frutas, verduras) en su dieta alimentaria diaria».
Por Roberto Álvarez Mur, en Contexto