Fueron liberados los tres imputados de homicidio culposo en la causa que investiga la muerte de tres obreros por el derrumbe de una zanja en la que trabajaban. Son empleados de la empresa a cargo de la obra, que ahora esperarán el juicio en libertad.
El cese de detención había sido pedido por la defensa de los acusados, que habían sido apresados el 18 de este mes, seis días después del derrumbe ocurrido en la obra que realiza la empresa Rovella Carranza en el barrio 23 de Agosto de San Salvador de Jujuy. La liberación fue dispuesta por el juez de control Isidoro Cruz, a pesar de que el fiscal Alejandro Bosatti había rechazado el pedido por considerar que debía avanzar en la investigación antes de tomar esa decisión.
Los imputados, acusados de homicidio culposo agravado por el número de las víctimas y lesiones culposas, son el jefe de obra, el responsable de seguridad e higiene y el inspector, los tres empleados de la constructora Rovella Carranza.
Ariel Martínez, Rafael Balderrama y Gastón Ponce fueron los obreros que murieron sepultados por el desmoronamiento de una zanja en la que trabajaban. Las primeras observaciones en el lugar mostraron claramente que no se habían tomado las medidas de seguridad adecuadas. Además, el fiscal Bosatti comprobó que hubo incumplimientos en las normas de seguridad contenidas en los pliegos de licitación y en la Ley de Riesgos de Trabajo, además de las resoluciones emitidas por la superintendencia de Riesgos de Trabajo de la Nación en el año 2014.
Los trabajos de Rovella Carranza corresponden al acueducto del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), por lo que desde la empresa estatal jujeña Agua Potable y el Ministerio de Trabajo y Empleo local aseguran que no hay responsabilidad de ningún órgano provincial en el control de las condiciones de seguridad de la obra, lo que deberá ser evaluado en el curso de la investigación judicial.