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Un día antes de la celebración del Día de la Madre, la dirigente social de la Tupac Amaru, Milagro Sala, escribió su primera, tras su reingreso a la cárcel de mujeres, en Alto Comedero. En la misiva, denuncia la violación de sus derechos y dignidad.
La carta, obviamente, escrita a mano y en letra de imprenta, Sala consideró que es «injusto que en Jujuy, no exista la justicia verdadera ni la democracia». Además, destacó que «me gustaría que alguien pudiera ponerle freno a este atropello que vivo».
«Parece un mal sueño del que no puedo despertar. Les pido que no dejen que esto se repita con ningún argentino», concluyó.
Este sábado, Sala fue reinstalada a la prisión, luego de que el 29 de septiembre, la Cámara de Apelaciones de Jujuy revocó la prisión domiciliaria de la prisión preventiva, que había sido promovida por un fallo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La revocatoria fue apelada por sus abogados en la Cámara de Casasción y de ser necesario, se utilizará la misma ante el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy y posteriormente, ante la Corte Suprema de Justicia de Nación.
Por orden del juez Pablo Pullen Llermanos, la diputada del Parlasur -acusada de presunto fraude al Estado, extorsión y tentativa de homicidio, entre otros cargos en diversas causas- fue trasladada de vuelta al penal, en un procedimiento calificado como «secuestro» por la abogada de la dirigente, Elizabeth Gómez Alcorta, quien denunció además que hubo violencia contra ella y su marido, Raúl Noro de 74 años. El departamento médico del Servicio Penitenciario comprobó la violencia policial, en distintas partes de su cuerpo, como brazos, hombros, etc.
La líder de la Tupac Amaru estuvo detenida en el Penal de Alto Comedero desde el 20 de enero de 2016 hasta el 16 de agosto pasado, cuando los jueces Gastón Mercau y Pablo Pullén Llermanos otorgaron el beneficio de que Sala pudiera cumplir de manera domiciliaria la prisión preventiva tal como había ordenado la CIDH.
