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En las últimos 48 horas, las embajadas de Perú y Colombia salieron a desmentir al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales porque las diplomacias de ambos países negaron haber dado consentimiento para el traslado de más de 60 pasajeros desde la ciudad de La Quiaca a Buenos Aires.
Durante este sábado, Morales utilizó sus redes sociales y contraatacó a los embajadores de esos países y los acusó de “ingratos y mentirosos” a los funcionarios de la embajada de Perú y luego al titular de la sede diplomática colombiana, lo calificó de miserable.
En sus descargos, furibundos, por lo menos, el mandatario adjuntó en sus redes sociales capturas de pantalla de un diálogo entre Pablo Palomares, Secretario de Integración Regional y Relaciones Internacionales, y la embajada peruana en donde se acuerdan los detalles del traslado.
“A la Embajada del Perú en Argentina, le remitiremos todos los gastos que le ocasionaron al Gobierno de Jujuy los ciudadanos peruanos durante su estadía en nuestra provincia, durante la cuarentena obligatoria), más el costo por el traslado a Buenos Aires, para el correspondiente reintegro”, aseveró anoche Morales.
Además, exigió la inmediata cancelación de los mismos ya que “tenemos una situación económica difícil, como en el mundo y no nos sobra nada”.
La indignación de Morales es en respuesta al comunicado de la sede diplomática sobre lo ocurrido el jueves con el colectivo que partió de La Quiaca hacia la Ciudad de Buenos Aires, en donde había ciudadanos peruanos en el micro.
“Ante la información difundida el día el jueves en distintos medios de comunicación, respecto de la llegada a la ciudad de Buenos Aires de un grupo de extranjeros, entre los que se encontraban cinco ciudadanos peruanos, en un bus fletado por el Gobierno de la Provincia de Jujuy, la Embajada del Perú en Argentina comunica que no ha solicitado ni autorizado el referido traslado”, decía textualmente la comunicación oficial.
Luego, el gobernador de Jujuy siguió con el embajador de Colombia en el país, Álvaro Pava Camelo, a quien le dirigió una carta abierta y lo acusó de ser “militante político opositor al Gobierno de Jujuy o a Jujuy”. Lo acusó de “mentiroso” y de “mala leche”.
Luego dijo que “usted no merece mi respeto por mentiroso y miserable y espero no cruzarmelo en la calle”, en tono amenazante y desafiante.
