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Gerardo Morales brindó una conferencia de prensa en la que se refirió a dos temas que en las últimas horas salpicaron negativamente al gobierno de Cambiemos local: el accionar brutal de la policía en Agrarias y el pedido de coima a un empresario de la construcción “para eliminar cuatro expedientes”.
El mandatario se mostró con los dos ministros involucrados: el de Infraestructura, Jorge Rizzotti, y el de Seguridad, Ekel Meyer. Sobre este último, fue la primera aparición pública desde los hechos ocurridos en Agrarias, en la madrugada del jueves pasado.
Morales pidió que la justicia «llegue al hueso» para determinar si hubo o no corrupción en el episodio que estalló tras la difusión de un audio en el que Gastón Baigorria Siufi -que fue empleado del bloque de diputados radicales hasta diciembre de 2016- le sugiere a Rodrigo Insausti, dueño de la constructora Inber, que pague al menos 50 mil pesos “para hacer desaparecer cuatro expedientes” en los que Infraestructura habría detectado irregularidades que supuestamente podrían llevar al empresario a prisión.
«Hay empresas que pretenden cobrar sumas indebidas (4,3 millones de pesos), las que no serán pagadas por este Gobierno”, afirmó Morales, visiblemente molesto, y luego dejó entrever la posibilidad de que ese audio se haya hecho público para “chantajear y extorsionar al gobierno para que pague obras inconclusas y expedientes irregulares”.
La empresa Inber está siendo cuestionada, al igual que otras constructoras, por irregularidades en el proceso. “Esta y otras empresas no se presentaron nunca más a licitación pública durante esta gestión”, aseveró el gobernador.
Cuestión de autonomías
Al referirse a lo sucedido en la Facultad de Ciencias Agrarias, Morales reafirmó su “rechazo y repudio” a la participación policial dentro del establecimiento educativo, tal como ya había expresado a través de cuatro tuits, desde Bolivia.
«Para quienes entendemos y hemos luchado por la autonomía universitaria, la participación de la policía provincial se tiene que dar en el marco de la autorización de un juez competente”, afirmó, sin indicar cómo se explica en este caso la «autonomía policial», ya que la fuerza responde necesariamente a directivas del poder político.
A modo de respuesta de las especulaciones que circularon en torno a, precisamente, las responsabilidades políticas por el hecho, Morales lanzó: «No voy a pedir la renuncia a uno de mis mejores ministros”, en referencia a Ekel Meyer. «Esas desiciones políticas no existen”, agregó, y rechazó las exigencias en ese sentido de numerosos sectores, sobre todo la Asociación de Docentes e Investigadores de la Unju (Adiunju) y la Federación Universitaria Argentina (FUA).
Sin embargo, Morales aclaró que «se está estudiando el caso a fondo».
Meyer también habló. A su turno, informó que fueron sumariados y separados de la fuerza tres oficiales, y rechazó las denuncias del presidente del Centro de Estudiantes de Agrarias, Joaquín Quispe, en el sentido de que fue víctima de tormentos dentro la Seccional N° 1 durante su detención.
