La Corte Suprema de Justicia desestimó una serie de planteos de la defensa de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, y de otros imputados en la causa por la adjudicación de obra púbica a las empresas de Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz.
La decisión fue adoptada por unanimidad por los cuatro jueces del máximo tribunal, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, quienes avalaron la continuidad del juicio oral y público conocido como «Vialidad» que está próximo a su finalización.
Se trata del juicio por presuntas irregularidades en la obra pública, donde la vicepresidenta está acusada de ser la jefa de una asociación ilícita y los procesamientos alcanzan a Lázaro Báez, Julio de Vido, José López, entre otros. Los alegatos finales comenzarán el 11 de julio, que es la etapa en la que las partes piden condenas y absoluciones.
El máximo tribunal rechazó los cuestionamientos que hicieron hace tres años las defensas de los imputado basados en que todavía no hay sentencia definitiva, lo que significa que se tomaron tres años para llegar a esta resolución cuando la Corte solo puede intervenir en fallos con sentencias definitivas.
Los argumentos
En distintas resoluciones, el máximo tribunal rechazó planteos contra el supuesto “doble juzgamiento”, ya que 51 de las 53 obras que están bajo análisis del tribunal oral ya habían sido desestimadas por la Justicia Federal de Santa Cruz.
Además, el máximo tribunal descartó un planteo para que se auditaran todas las obras públicas adjudicadas durante el gobierno 2003 – 2015 en todo el país y no sólo las de la provincia de Santa Cruz.
Tampoco admitió las objeciones respecto de la falta de un peritaje completo y exhaustivo sobre la propia obra pública de Santa Cruz que, según la acusación, estuvo amañada a favor de las empresas de Lázaro Báez, amigo personal del ex presidente Néstor Kirchner.
Finalmente, la Corte no hizo lugar a un planteo sobre la intervención de los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos como integrantes de la Cámara de Casación en la revisión del expediente.
Las objeciones sobre ambos son previas a que se conocieran sus visitas al expresidente Mauricio Macri en la Quinta de Olivos y en la Casa de Gobierno, y estaban relacionadas con una cuestión de «competencia» entre dos salas de la Cámara Federal de Casación Penal.
Los planteos de la defensa
Son varios los planteos esbozados por la defensa en esta causa. En primer lugar, que se estaba por iniciar un juicio, que empezó en mayo de 2019, sin que la causa tuviera siquiera los peritajes más elementales para ver si las obras estaban hechas o no y cómo estaban hechas.
En segundo lugar, las defensas sostuvieron que cada una de las obras ya habían pasado por la Justicia de Santa Cruz y se había dictado la inexistencia de delito, por lo que no se podía juzgar dos veces lo mismo.
Y, en tercer lugar, que a lo largo de todo el proceso actuaron dos camaristas de Casación, Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, que no debían intervenir porque no les tocaba y además fueron visitantes en varias oportunidades de la quinta presidencial de Olivos y la Casa Rosada durante el mandato de Mauricio Macri, algo que se mantuvo oculto.
Página/12