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En diálogo con El Submarino, Matías Brizuela, de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), señaló que los municipios del interior son los más golpeados por la precarización, en el marco d ela jornada de paro y movilización que lleva adelante la Intersindical de Trabajadores Estatales (ITE) en toda la provincia.
Calificó de “lamentable” que sea necesario realizar medidas de fuerza y afirmó: “Vamos a hacer lo que sea para asegurar condiciones dignas de trabajo”.
“Es lamentable que tengamos que volver a organizarnos de esta manera para hacer cumplir el acta”, dijo Brizuela, y estableció una comparación: “Lo que se limita desde el gobierno es el salario de los trabajadores, pero no de los funcionarios, porque un diputado o un concejal ganan más de diez mil pesos”.
El dirigente hizo referencia a declaraciones del Papa Francisco: “Él dice que hay que hacer lío frente a las injusticias. Nosotros vamos a hacer lo que sea necesario para asegurar condiciones dignas de trabajo”.
“Queremos que se sepa en qué país queremos vivir. Los gobernadores cierran con el 25 por ciento y quieren imponernos ese monto. Si nosotros aceptamos eso, al mes siguiente ya no alcanza”, indicó Brizuela, y repudió a los comercios que especulan, destacando que “si los trabajadores no tienen un sueldo digno, no consumen, y van a cerrar pequeños empresarios, porque el salario tiene repercusión en toda la economía”.
Sobre la falta de cumplimiento de los acuerdos sellados en agosto pasado por parte del Ejecutivo provincial, insistió: “El gobierno de la provincia es un incumplidor serial de lo que firma. En enero se tendría que haber cumplido el acta, pero hasta el momento no hubo ninguna respuesta”.
Por su parte, Fredy Berdeja, referente de los trabajadores judiciales, señaló que “la intención es que el gobierno recapacite”.
Susana Ustarez, de la Asociación de Personal de Organismos de Control (Apoc), remarcó la necesidad de “acompañar el proceso con las paritarias” y agregó: “Con el proceso inflacionario en curso, no sabemos hasta dónde va a llegar, por eso no podemos cerrar cierto porcentaje”.
La dirigente recordó: “Yo era muy joven cuando comenzaba mi gestión en el Tribunal de Cuentas, y liquidábamos todas las semanas un incremento y salíamos corriendo a comprar lo que podíamos”, y aunque aclaró que el escenario actual no llega a ese extremo, “es preocupante”.
Ustárez vaticinó un año difícil, “por la desconfianza” y porque “hay un descreimiento general ante este gobierno que no cumple sus promesas”. “Mientras el gobierno niegue las cosas que pasan, es imposible entendernos”, sentenció.
