Presos asesinados: Los fiscales aseguran que los penitenciarios ‘apuntaron con intención de matar’

Los fiscales que investigan el asesinato de dos internos en el penal de Gorriti van a apelar la decisión del juez que dispuso la libertad de los seis penitenciarios que están acusados del delito de homicidio agravado por alevosía. Consideran que podrían fugarse o intimidar a los testigos que contaron los hechos del jueves 16.

Parapetados en una cocina mientras un grupo de presos protestaban en el techo, los penitenciarios tiraron a matar con balas de plomo. Ninguno de los dos internos asesinados estaba haciendo nada en ese momento. «Estaban ahí, parados, mirando», aseguró el fiscal Diego Funes, quien lleva adelante la investigación junto con Ariel Gil Urquiola, en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5).  

«Desde la fiscalía dispusimos el arresto de seis miembros del Servicio Penitenciario porque entendimos y entendemos que estas personas son las autoras de los disparos que ocasionaron la muerte de los internos Jesús Yapura y Marcelo Montenegro», afirmó Funes.

Como el arresto no puede durar más de 24 horas, pidieron al juez de control penal Jorge Zurueta que firmara la detención. Pero el magistrado no estuvo de acuerdo y en cambio ordenó la liberación de los agentes.

La acusación que maneja la fiscalía es homicidio agravado por alevosía, que podría tener una pena de 8 a 25 años, reclusión perpetua e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. «Es un delito gravísimo», calificó el fiscal Funes.

Mientras apelan la decisión del juez de control, porque consideran que la detención es «imprescindible y necesaria para el normal avance del proceso», los fiscales van a citar a los acusados para que designen abogado y presten declaración defensiva. Si el juez Zurueta vuelve a negarles el pedido de detención, recurrirán en la Cámara de Apelaciones.

«El juez dispuso la soltura entendiendo que no se había acreditado desde la fiscalía una sospecha en contra de estas personas, y nosotros entendemos todo lo contrario. Había contundentes elementos para sospechar», señaló Funes.

El fiscal explicó que «la detención es la medida cautelar por excelencia». Y argumentó que en este caso «hay serio riesgo de que las personas acusadas puedan intentar darse a la fuga».

«Pero además -continuó- porque la misma actividad que realizan, por ser todos miembros del Servicio Penitenciario, por la cercanía con los principales testigos de este hecho, ponen en serio riesgo la investigación, por la posibilidad que existe de que ejerzan influencia o algún tipo de intimidación a los testigos, que son fundamentales para el avance de la investigación. Todo eso fue planteado y el señor juez de control entendió que no estaban dadas las condiciones para disponer la detención».

El retorno a sus lugares de trabajo de los seis acusados dependerá del curso del sumario administrativo que llevan adelante las autoridades del Servicio Penitenciario. Vale recordar que el pasado miércoles fueron separados de sus cargos Daniel Chaile y Oscar Farfá, jefe y subjefe de la fuerza. Aún no fueron anunciados los reemplazos.

‘Mirando’

Fiscal Diego Funes.

-¿En la investigación ya comprobaron si hubo intento de fuga o qué fue el motín?

-Hasta el momento no tenemos esa hipótesis concreta. Si bien puede ser que algunos de los internos que protagonizaron los incidentes hayan tenido la idea de fugarse, lo desconocemos. De la investigación no surge que haya habido una organización por parte de los internos tendiente a evadirse. Más bien lo que parece es que estaban en el marco de una protesta por algunas condiciones sanitarias y otras cuestiones. No tenemos acreditado de ninguna manera que haya sido una maniobra para escapar.

-Mientras se resuelve la cuestión de la libertad de los acusados, ¿cómo sigue la investigación? 

-Nosotros vamos a presentar un recurso de apelación. Sin perjuicio de esto, seguimos reforzando el cuadro probatorio, recolectando más pruebas y más evidencia para ir acreditando nuestras hipótesis de trabajo, porque ya hemos decidido acusar a esta gente.

-¿Tomaron testimoniales? ¿A quiénes? 

-Las testimoniales respecto de lo que pasó ese día son básicamente de internos y algunos miembros del Servicio Penitenciario. La mayor cantidad de evidencia surge justamente de las declaraciones testimoniales, fundamentalmente de los internos.

-¿Está probado que los dos internos recibieron disparos de balas de plomo?

-Exactamente, así es.

-¿Está permitido que los agentes del Servicio Penitenciario lleven armas dentro del penal?

-En principio no está autorizada la utilización de armas letales ni reglamentarias dentro de la unidad carcelaria, y para repeler una medidas de fuerza se debe utilizar una fuerza adecuada a la situación. La ley 24.660 autoriza de manera excepcional el uso de arma reglamentaria, pero da hipótesis muy excepcionales, como peligro de vida o alguna otra circunstancia.

-¿En este caso no hubo ninguna de esas circunstancias? 

-No, en este caso no surge para nada. Y repito: entendemos que no se han dado ninguna de las circunstancias que podrían llegar a habilitar el uso de semejante armamento. Por eso decidimos acusar por homicidio a quienes llevaron adelante esta acción.

-¿Dónde fueron asesinados los internos?

-Según los elementos que hemos reunido y el material fílmico con el que contamos, que han hecho vecinos o inclusive del domo del Servicio Penitenciario, tenemos acreditado el momento exacto en que son abatidas estas personas por disparos. Se encontraban en el techo.

-Los que dispararon estaban cerca. 

-Las personas que efectuaron los disparos mortales estaban en el sector de la cocina y disparaban hacia arriba. Esa es nuestra hipótesis. Se parapetaron en una cocina que tiene allí el Servicio Penitenciario y desde allí efectuaron los disparos mortales. Esa es la hipótesis acusatoria que trabajamos.

-La bala fue de abajo para arriba. 

-Exactamente.

-¿Apuntaron?

-Aparentemente, según lo que estamos recabando, apuntaron con la intención de causar el resultado muerte. No hay otro hipótesis.

-¿Por qué a ellos? ¿Montenegro y Yapura eran los cabecillas del motín?

-No, eso no surge. Tampoco surge una posible postura defensiva por parte del personal penitenciario. El material fílmico es muy contundente. La primera persona que es abatida por los disparos es Yapura, que está parado en el techo. No está arrojando nada. Está parado en el techo y recibe el disparo y uno de los perdigones ingresa en el cuello y le produce la muerte. Estaba parado y es abatido sin estar realizando ningún acto, al menos en ese momento. Está parado mirando, se escucha el disparo y se ve cómo se desploma por el impacto.

-¿Y el segundo?

-El segundo también. Está en el techo y es abatido.

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