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Después de la movilización del #NiUnaMenos, las llamadas al 144, la línea gratuita de asistencia a víctimas de violencia de género, aumentaron mil veces. “Hay un montón de mujeres que después de la marcha y de haber participado se han planteado que la violencia tiene que tener un corte y se tiene que terminar, porque puede terminar en muerte”, interpretó en diálogo con El Submarino Mariana Vargas, asesora legal de la Multisectorial de Mujeres de Jujuy y especialista en cuestiones de género.
Más allá de las buenas primeras consecuencias que tuvo la movilización, que en la provincia tuvo versiones en la capital y varias ciudades del interior, Vargas advierte: “En Jujuy decíamos que está bien pedir ‘ni una menos’ pero que había que ver con qué medidas concretas podíamos evitar más muertes”.
En este sentido, recordó que está pedida desde mayo de 2007 la declaración de emergencia por violencia sexual y doméstica contra la mujer, una solicitud que se reiteró el pasado 3 de junio en la movilización. “Está en el documento que hemos presentado con la Multisectorial y junto a familiares de víctimas de femicidios en la Casa de Gobierno, al ministro Matuk”, relató la abogada.
El titular de la cartera de Justicia y Gobierno, Alberto Matuk, recibió el pedido diciendo que se iba a hacer eco, a partir de lo cual se organizó una reunión para esta semana. “Vamos a ver cada uno de los puntos del documento”, precisó Vargas.
Consultada sobre cuáles son las urgencias en torno a la violencia de género en Jujuy, detalló: “Entre otras cosas, nos faltan refugios y subsidios para la mujer que no trabaja por los celos del marido, y entonces no puede dejar el hogar violento porque no tiene fondos para alquilar algo y llevarse a sus hijos”.
La letrada aclaró que la línea 144 es nacional, y que el servicio al que se accede en San Salvador de Jujuy a traavés de ese número es de acompañamiento de la municipalidad con asesoramiento en el caso de que haya planteada una demanda judicial.
Consultada sobre la relevancia de iniciativas como la Red Mujer Jujeña, que hace una semana abrió un centro de ayuda para mujeres víctimas de violencia, Vargas reflexionó: “Claro que sirven, pero es una ONG, y el problema es que el Estado tiene que hacerse cargo. A mí no me interesa que Fellner le dé plata a su hermana para armar un centro, a mí me interesa que el Estado se haga cargo”, y mencionó la Casa María Conti de San Pedro como otro ejemplo de ONG que “resuelven lo que tiene que resolver el Estado”.
“La ley 26.485 no dice que hay que darles plata a las ONG para abrir refugios, sino que el Estado tiene que garantizarlo”, completó.
Se refirió también a la actuación de la justicia en los casos de violencia de género y femicidio, y marcó las “muchas irregularidades” que se presentan. Dio como ejemplo el caso de María Fernanda González, quien fue hallada ahogada y muerta el 18 de abril en el Dique Las Maderas y cuya desaparición había sido denunciada por su madre una semana antes. El femicida es Diego Véliz, el padre de los dos hijos de la mujer muerta. “La justicia permitió que el asesino esté prófugo, cuando desde el principio la familia sabía que se trataba de él”, afirmó Vargas.
Recordó también a Zulma Gutiérrez, que apareció muerta en noviembre de 2002, descuartizada, en la casa de la madre de su novio, que está prófugo desde entonces. “Era una chica de la CCC que vivía mucha violencia por parte de su novio, Ortega, por lo que había terminado la relación. Él le dice que se va a Buenos Aires a trabajar y le pide que vaya a despedirlo. Ella va hasta la pieza que él alquilaba en un remis que se queda esperándola en la puerta. Pero no salió más. Unos días después la encontraron en el fondo de la casa de la madre de él, enterrada y descuartizada. Él estaba vinculado con la policía y se fuga porque le dan el aviso. Dicen que lo vieron por Perico, pero sigue prófugo”.
Agregó que en la causa por la muerte de Zulma Gutiérrez la Multisectorial de Mujeres será querellante. Ese fue el primer femicidio que sacudió a Perico. En homenaje a Zulma, uno de los pasajes del barrio lleva su nombre.
