Tal vez sean los sobrevivientes de Jujuy

Por Dina Cardozo Bazán (sobrina del detenido-desaparecido dirigente minero, Avelino Bazán). Tal vez sea Olga, que siguió empujando. Tal vez sea la fuerza de los sobrevivientes, que siguen luchando; o de los familiares, que no dejaron de buscar justicia. Tal vez sea el pueblo entero, de pie, memorioso, decidido a seguir construyendo un futuro sin genocidas por las calles.

 Tal vez sea el 2003, convertido en cada vez más hechos históricos de Juicio y Castigo, tal vez sean las víctimas, que pesan tanto sobre la justicia, que en algún momento se sabe que si la impunidad sigue, la justicia se aplasta.

 Lo cierto es que se terminó la injusticia para Blaquier. Miramos para atrás y nos vemos solos, unos pocos, exigiendo que sea juzgado y castigado, denunciando que los productos de su empresa, Ledesma, están manchados con sangre.

 Hoy la historia es otra. El poder ya no es más un escudo para evitar la justicia. Y la lista sigue, son muchos los que fueron parte del horror, por eso decimos que fue una dictadura cívico-militar.

 No vamos a permitir que el discurso del miedo asuste a los trabajadores, porque no se puede manipular la decisión histórica de procesar al genocida civil Carlos Pedro Blaquier, supeditándola a las fuentes de trabajo.

 Ledesma seguirá existiendo después del procesamiento de su dueño, como Clarín seguirá existiendo después del 7 de diciembre. Los discursos del miedo juegan el mismo juego en todos lados.

 Ayer sentimos dos cosas cuando conocimos la noticia. Por un lado, el dolor de que Olga Márquez de Aredez no haya podido vivir este momento y ver cómo se termina la impunidad para Blaquier, quien no sólo participó en la desaparición de su compañero, Luis Aredez, y otras víctimas, sino que también es el responsable de la contaminación que llevó a Olga a la muerte.

 Después de eso, o antes, sentimos la alegría de saber que lo imposible sólo tarda un poco más, que la organización y militancia vencen a la impunidad, que la consigna que llevamos este año en la marcha del 24 de marzo se hace carne en la justicia: los grupos económicos también fueron la dictadura.

 Falta mucho, nunca nos olvidamos de eso, pero tenemos mucho más, y vamos a seguir militando por lo que falta.

 Tal vez sea Olga, tal vez los 30.000, tal vez nosotros. Las copas estarán en alto esta noche, por la justicia, por el futuro, por las victorias.