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Un juez de Jujuy obliga a una mujer a viajar a Córdoba con su hijo de dos años para «revincularlo» con su padre, un hombre del que ella huyó hace un año después de denunciarlo por violencia de género más de una vez en la justicia de esa provincia. Este viernes a las 10 de la mañana se hará una marcha al Superior Tribunal de Justicia (STJ) para reclamar que frene la orden.
Silvia Rodríguez, que es abogada, vive en Jujuy con su hijo desde hace un año, cuando llegó de Córdoba huyendo de la violencia del padre del niño, Damián Alberto Cuevas Chana. Por una orden de captura emitida desde esa provincia, la justicia quiso quitarle el niño. Desesperada, la mujer se encadenó a la puerta del Tribunal de Familia. Con el acompañamiento del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación y del Consejo Provincial de la Mujer, se logró frenar esa primera orden judicial.
Ella logró insertarse en la provincia y comenzó a trabajar en su profesión. Su hijo ya hace un año que va al jardín maternal, tiene un posible diagnóstico de autismo y sigue tomando pecho para dormir.
El 7 de febrero pasado, el juez Jorge Eduardo Meyer, de la Sala 1 del Tribunal de Familia, fijó una audiencia para tramitar el reintegro del niño a su padre, a pesar de que aún está pendiente un recurso en Córdoba y hay dos apelaciones no resueltas aún en el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy.
Contagiada de Covid-19, Silvia justificó su inasistencia a la audiencia con un certificado que indicaba que debía mantener el aislamiento hasta el sábado 12 de febrero. Sin embargo, el martes 8 el juez mandó a un equipo interdisciplinario del Tribunal a su casa. Le dijeron que debía irse a Córdoba con el niño, caso contrario le sacarían al niño por la fuerza. Y le dieron dos horas de plazo para que sacara el pasaje.
La disposición del juez Meyer indica que, una vez instalada en Córdoba, Silvia deberá recibir en su casa al padre de su hijo una hora todos los días, bajo la amenaza de que le quitarán la tenencia del niño.
Mariana Vargas, la abogada de la mujer, advierte: «Silvia es arrojada a Córdoba, a los lobos, sin tener casa donde vivir, poniéndola en una situación de extrema vulnerabilidad esta vez por orden estatal, con el argumento de que el papá del nene tiene el derecho de vivir cerca de su hijo; aunque su hijo hoy esté adaptado en Jujuy, aunque ella no quiera irse porque es un traslado forzado, bajo amenaza, y porque siente en lo más profundo que el progenitor de su hijo la va a matar».
Habiendo sacado Silvia el pasaje para el martes 15, Vargas presentó este jueves una demanda per saltum ante el STJ para que ordene dejar sin efecto el viaje forzado mientras se tramita la causa. Además plantea la excepción de arraigo, puesto que el niño ya hace un año vive en Jujuy.
El juez Meyer, en tanto, ordenó que un oficial de justicia se presente el miércoles 16 a las 8 de la mañana en la terminal de ómnibus de Córdoba «y proceda a restituir a su progenitor» al niño.
Para este viernes a las 10 de la mañana está convocada una movilización al edificio de Tribunales. Acompañan organizaciones y colectivos, entre ellos la Multisectorial de Mujeres. «El objetivo es lograr una sentencia con perspectiva de género que no obligue a Silvia y a su hijo a mudarse en forma forzada nuevamente –indicó Vargas–. Y arrojar a las mujeres a los lobos, por el solo hecho de ser madres de hijos de progenitores violentos, no es una decisión judicial con perspectiva de género».
