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Silvia Nelly Rodríguez puede permanecer en Jujuy con su hijo de dos años, a salvo de su exmarido violento, que vive en Córdoba, luego de que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Jujuy suspendiera la decisión del juez Jorge Eduardo Meyer, quien había ordenado el «reintegro» del niño a su padre.
«Arrancamos un camino hermoso en Jujuy. Es una decisión del STJ con perspectiva de género», definió Mariana Vargas, abogada de Rodríguez, al salir de la reunión que mantuvieron en la sede del máximo tribunal jujeño.
El juez Jorge Eduardo Meyer, de la Sala 1 del Tribunal de Familia, había ordenado a Silvia a viajar a Córdoba con su hijo de dos años para «revincularlo» con su padre, un hombre del que ella huyó hace un año después de denunciarlo por violencia de género más de una vez en la justicia de esa provincia. La orden del magistrado fue taxativa y la mujer debió sacar un pasaje para el próximo martes. En tanto, Meyer ordenó que un oficial de justicia se presente el miércoles 16 a las 8 de la mañana en la terminal de ómnibus de Córdoba «y proceda a restituir a su progenitor» al niño.
Para frenar esta situación de manera urgente, se presentó un pedido de medida cautelar directamente en el STJ. «Queremos que se deje sin efecto el viaje forzado, porque me están obligando», explicaba Silvia antes de entrar a la reunión.
«Hay que hacer que estas decisiones de violencia judicial sean la excepción», afirmó Vargas al salir de la audiencia, y calificó de «triunfo inmenso» que se haya podido frenar la orden del juez Meyer.
Ahora Silvia y su hijo podrán permanecer en Jujuy, mientras continúan los expedientes judiciales. Hay varios recursos en trámite. En Jujuy, hay un pedido autorización de cambio de domicilio «por la historia de violencia y necesidad de protección de los dos, porque ella y el niño fueron desalojados hace un año por su marido y quedaron en situación de calle», explicó la abogada.
Hay además otros dos recursos en la justicia jujeña, uno de cuidado personal y el más reciente, referido a la decisión del reintegro que había firmado Meyer.
En la puerta del edificio de Tribunales, acompañaron organizaciones feministas y mujeres víctimas de violencia de género. «Gracias a Dios tengo el apoyo de estas mujeres, de muchas mamás, algunas que fueron víctimas de violencia y otras por empatía», señaló Silvia, y llamó a «tener valor para denunciar» las situaciones de violencia.
