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La grieta cada día se abre más entre los presidenciables de Juntos por el Cambio

Ayer, hoy y mañana siguen y seguirán los cruces entre macristas y radicales, que hacen que la grieta entre ambos sectores se profundice cada día más y la pelea entre los sectores en pugna presidencial, no tenga cierre. Los radicales lo apuntan a Mauricio Macri y los defensores amarillos avalan y critican a quien discuta la gestión macrista 2015-19, la peor de todas.

Esta vez no fue Gerardo Morales, presidente de la UCR y gobernador de Jujuy, sino el presidenciable mejor colocado, el neurólogo, Facundo Manes, quien le pegó a Macri en su canal, La Nación +, y ante el defensor más macrista de todos y más papista que el Papa, Luis Majul, acuso al macrismo de «espiar» a la oposición, a funcionarios de su propio gobierno y miembros de su familia.

Ni lerdos, ni perezosos, aparecieron, las virulentas respuestas del PRO contra el médico, que son apenas un nuevo capítulo de una serie de enfrentamientos en la tensa interna de Juntos por el Cambio por la próxima candidatura presidencial.

Los anteriores episodios, son siempre encabezados por Morales, quien luego de su amistad de cuatro años con Macri, no dejó escapar oportunidad alguna, para criticar al ex presidente de la nación por el mandatario de Jujuy, presidente de la UCR y pre- candidato a las elecciones presidenciales.

Morales, desde el inicio de la gestión Fernández-Fernández, siempre atacó a la gestión de JxC, y de ese sector, es el más allegado al FDT, hasta dispuso que sus diputados y senadores nacionales voten a favor del gobierno.

Pero las disputas no son solamente entre el PRO y la UCR, sino al interior de sus propios partidos. Macri anticipó que está dispuesto “a jugar” si en el enfrentamiento entre los presidenciables del PRO, el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta y la jefa partidaria Patricia Bullrich, alguno de ellos “no garantiza el cambio”.

La UCR tiene sus propias peleas entre Morales y Manes y en los bloques en la Cámara de Diputados. Todo en medio de entrecruzamientos transversales que unen y enfrentan a dirigentes de ambos espacios y la postura oscilante del socio menor, la Coalición Cívica, que juega sus fichas de acuerdo a los personajes que se disputan cada episodio.

Por ahora, Macri cumple con el papel de “gran elector” en JxC y dentro de la estructura amarilla, mientras juega con su propia candidatura y el tan mentado “segundo tiempo”.

Hace horas atrás, el expresidente afirmó que “yo voy a jugar, si veo que al final del camino uno garantiza el cambio y otro no. Si no estoy seguro que hay una marcada diferencia no voy a pedir el voto por uno, creo en la sabiduría de la gente. Mi trabajo es hoy ayudarlos a crecer”, en clara alusión a Larreta y Bullrich. La pelea entre ambos se da a que a la derecha de ambos no hay nada, salvo la pared. La ex montonera lo calificó de tibio al jefe de la ciudad, mientras el hombre demoniza a estudiantes y sus familias por la toma de colegios sin dar respuesta a los reclamos.

Morales, en cambio, está lanzado a su candidatura presidencial. En el papel de titular del Comité Nacional de la UCR fue quien salió a cruzar a Macri por sus descalificaciones al radicalismo. “El populismo se originó en Latinoamérica y tal vez en Argentina es donde arrancó, primero con (Hipólito) Yrigoyen y después con Perón y Evita», dijo Macri en una de las conferencias a la que acude para señalar al populismo como el gen de todos los males.

“Como presidente del radicalismo no puedo dejar pasar tu última descalificación sobre quién fue el primer presidente electo por el voto popular, dejando atrás décadas de fraude y corrupción», le enrostró Morales a Macri en una carta pública. «Si tu intención es romper JxC para buscar un acuerdo con sectores de la extrema derecha antidemocrática, lo mejor es decirlo concretamente», agregó el gobernador.

“Gerardo sabe que no llega, por eso la largo la reforma constitucional allá y Facundo sabe que no se puede ganar una elección sin una pata peronista –dicen alrededor del presidente radical y del diputado–, pero sabe además que de otra manera no se puede gobernar y encarar las reformas de fondo que necesita la Argentina”.

Manes piensa en los gobernadores peronistas: Juan Schiaretti, Omar Perotti o Sergio Uñac con quienes imagina encabezar un binomio. Esa es la estrategia a largo plazo en un camino que, de acuerdo a como vayan los números, tendría un hito en febrero o marzo con una foto de Manes y Gerardo Morales. “Ya está todo acordado”, dicen en el espacio. En ese momento, Morales respaldaría a Manes ungiéndolo como candidato radical y se bajaría de la pelea presidencial e iría como candidato a senador, o seguiría en su provincia.

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