Denuncian que en la Corte se quitaron las placas que recuerdan el Juicio a las Juntas Militares

La Asociación Americana de Juristas (AAJ) realizó una presentación ante el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, para solicitar información respecto a la remoción de las dos placas que señalizaban el denominado «Salón de los Derechos Humanos» del Palacio de Tribunales, en donde tuvo lugar el histórico Juicio a las Juntas de 1985.

Desde octubre pasado, fueron quitadas de las paredes del edificio sin aviso previo ni explicación, en el contexto del ataque a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que tiene lugar en la Argentina desde la asunción del presidente Javier Milei.

“Esas placas son parte de la memoria y de lo que se intentó en el Juicio a las Juntas”, dijo al diario Página/12 la integrante de la AAJ y rectora de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, Cristina Caamaño.

El exjuez federal Carlos Rozanski calificó de «un nuevo hecho gravísimo» el retiro de las dos placas. En un posteo en X, remarcó: «Es la sala donde se juzgó y condenó a los genocidas en 1985. La obsesión del gobierno por obturar la memoria del pueblo argentino, supera el Negacionismo como discurso político. Se nos quiere encaminar hacia un régimen totalitario».

Las placas removidas se encontraban a ambos lados de la puerta 2045 de la planta baja del Palacio de Justicia, ubicado en Talcahuano 550 de la Ciudad de Buenos Aires. Señalizaban la sala de audiencias en la cual tuvo lugar, entre abril y diciembre de 1985, el juicio donde se condenó a Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini y Orlando Ramón Agosti por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, en el marco del terrorismo de Estado.

Una de ellas, ubicada a la derecha de la puerta de entrada, llevaba la inscripción que identificaba la sala, mientras que la otra, a la izquierda, recordaba la tarea realizada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y que fue un regalo que la propia CIDH le hizo a la Corte Suprema.

En la nota firmada por la presidenta de la Rama Argentina de la AAJ, Claudia Rocca, y Caamaño, se solicita a Rosatti que informe la «razón o circunstancia por la cual han sido removidas» las placas, al invocar «el derecho al acceso a la información pública que nos asiste de acuerdo con lo previsto en la Ley Nacional N° 27.275″.

Además, recordaron que el Salón de los Derechos Humanos fue bautizado así “por su importancia en la lucha contra la impunidad y por la necesidad de investigar la verdad y castigar los crímenes de lesa humanidad».

«Es tristemente célebre, como hubiera dicho el escritor Ernesto Sábato, porque en 1985 se llevó a cabo en ella el ‘Juicio a las Juntas Militares'», agregaron.

En declaraciones al diario Página/12, Caamaño contó que en el mes de octubre tomaron conocimiento del faltante de estas placas «a través de la gente que diariamente pasa por delante de esa puerta». En su análisis, consideró que no es casual que esto haya ocurrido en el marco de grave retroceso de las políticas de derechos humanos que vive nuestro país bajo el gobierno de La Libertad Avanza.

«Se intenta barrer con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. Esas placas son parte de la memoria y de lo que se intentó en el Juicio a las Juntas, que es recordado como el juicio del Nunca Más», añadió Caamaño en referencia al nombre del trabajo confeccionado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y a la frase pronunciada por el fiscal Julio César Strassera al cierre del juicio.

En relación a la agresión de La Libertad Avanza a las políticas de derechos humanos, Caamaño sostuvo que «este gobierno negacionista trata por todos los medios de ir borrando todas las placas y muestras que tenemos sobre la Memoria, Verdad y Justicia». «Tratan de sacar todo lo que pueda recordarnos a la peor dictadura que tuvo nuestro pais, que fue la ultima dictadura civico-eclesiastica-militar», aseguró.

En junio de 2014, el entonces presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, encabezó el acto de inauguración del Salón de los Derechos Humanos, del cual participaron también la entonces vicepresidenta del cuerpo, Elena Highton de Nolasco, y el cortesano Juan Carlos Maqueda.

El motivo por el cual se decidió nombrar de esa manera a la sala de audiencias en la que se juzgó y condenó a la junta militar de la última dictadura se debió a que «resultó emblemática para instaurar la idea de la fuerza de la memoria, la necesidad de investigar la verdad y de castigar los crímenes de lesa humanidad», aseguró Lorenzetti.

Además, indicó que «esta Corte ha decidido que esa Sala de Audiencias, en la que comenzó a expresarse la voluntad de terminar con la impunidad, sea convertida en un sitio paradigmático para los derechos humanos y refleje la magnitud de todo lo actuado por el Poder Judicial hasta la fecha».

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