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La presión tributaria efectiva nacional acumulada en los primeros siete meses de 2023 fue la menor de los últimos 19 años, considerando en todos los casos el período enero-julio, en gran medida por la caída de la recaudación por derechos de exportación a causa de la sequía.
La información fue dada a conocer este martes por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que señaló que «es necesario retrotraerse hasta el año 2003 para encontrar valores inferiores a la presión tributaria de 2023».
El reporte de la entidad dirigida por Nadín Argañaraz indicó que la presión tributaria efectiva nacional alcanzó en lo que va de 2023 al equivalente al 11,2% del PBI, menos que el 12% del mismo período del año pasado y 3,4 puntos porcentuales menos que el máximo de las últimas dos décadas, registrado en 2015 con el 14,6% del producto.
«Luego de llegar a su máximo, la presión tributaria efectiva comenzó un descenso entre 2015 y 2019, con una caída de 2,1 puntos porcentuales» entre los dos años, se mantuvo constante en los dos años siguientes, «para luego continuar con el sendero descendente» con un descenso de 1,3 punto en el bienio 2022/23, detalló el Instituto.
Según el Iaraf, «esta reciente caída se debe, entre otras razones, a la disminución de la recaudación por derechos de exportación como consecuencia de la gran sequía de este año», aunque también impactó «el anticipo adicional del Impuesto a las Ganancias implementado en 2022».
«Otros impuestos que también vienen perdiendo presión son los impuestos nacionales a los combustibles», agregó, en referencia a la falta de actualización de la alícuota en el último año y medio.
De la comparación entre los primeros siete meses de 2023 con el mismo período de los 20 años anteriores, Iaraf destacó que la baja de 0,7 punto porcentual en la recaudación por comercio exterior respecto del promedio 2003/2022, con lo que los ingresos por retenciones, en términos de PBI, fue «la menor de los últimos 21 años».
Respecto de 2022, la caída sería de 0,6 punto, en un 90% por la caída de derechos de exportación y el 10% restante por la baja en derechos de importación.
Si se excluyen los impuestos de comercio exterior, la recaudación acumulada hasta julio de este año fue del 10,5% del PBI, 0,2 punto por debajo de 2022 y un punto inferior al promedio 2003/2022.
«Teniendo en consideración todo el periodo bajo análisis, la presión tributaria neta de comercio exterior tuvo un comportamiento similar a la total, y para encontrar valores menores al actual hay que retrotraerse hasta el 2006», finalizó el informe del Iaraf.
