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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reveló que, según las primeras investigaciones, el asesinato a balazos de un dirigente opositor en un acto de campaña ocurrido ayer fue ejecutado por sicarios y producto un «ajuste de cuentas» entre bandas, aunque Lilian Tintori, esposa del encarcelado dirigente Leopoldo López, denunció que el ataque fue en contra de ella.
«El ministro de Interior ya tiene elementos que apuntan hacia un sicariato de ajustes de cuentas de bandas rivales, dedicadas a las situaciones criminales irregulares», afirmó el mandatario en referencia a la muerte de Luis Manuel Díaz, secretario del partido opositor Acción Democrática (AD) en la localidad de Altagracia de Orituco, del estado Guárico.
El hecho, que está siendo investigado por la Fiscalía venezolana, ocurrió ayer al finalizar un acto de campaña de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en el que participaron candidatos de esa alianza opositora junto a Tintori, cuyo esposo, López, cumple una condena de 14 años de prisión, condenado por instigar desórdenes públicos que ocasionaron al menos 42 muertos a partir de febrero de 2014.
Durante un encuentro en el estado Portuguesa, en el occidente del país, Maduro lamentó la muerte del opositor -hecho por el cual recibió hoy diversas condenas de parte de la oposición- e indicó que ordenó investigar el suceso «a fondo» para que «saliera verdad verdadera de lo que ahí sucedió».
También condenó las afirmaciones del opositor Henry Ramos Allip, secretario general del partido al que pertenecía Díaz, quien aseguró que el crimen fue cometido por bandas identificadas con el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
«Ramos Allup debe sostener con pruebas ante la Fiscalía general, ante los tribunales, esta barrabasada de acusación (…), y asumir su responsabilidad. Ya basta que esta derecha trate de enlodar al pueblo chavista», dijo el jefe de Estado, que además aseveró que ya la investigación y los testimonios «señalan que esto es totalmente falso».
La Fiscalía anunció en un comunicado la designación de dos fiscales encargados de dirigir la investigación, así como de coordinar las actuaciones de la Policía científica «orientadas a determinar las responsabilidades derivadas de este hecho».
Por su parte, Lilian Tintori denunció que fue ella a quien intentaron matar, y responsabilizó a Maduro por el hecho.
La esposa de López señaló que estaba pidiendo a la cantante venezolana Rummy Olivo que entonase una canción para despedir el acto cuando se escucharon los disparos, que, dijo, fueron «muy cerca» de ella y de los que vio «las chispas».
«Me revisé el cuerpo porque sentía que me habían dado a mí, me quieren matar», dijo, y reiteró: «Me quieren matar, lo denuncio, lo hemos denunciado antes en diferentes oportunidades. ¿Por qué tenemos que esperar que un hermano de AD lo maten de diez tiros para pronunciarnos?. Lo hemos dicho, necesitamos ayuda, hay una crisis profunda, es terrorismo de Estado», enfatizó.
Desde la oposición también elevó una voz crítica el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús «Chuo» Torrealba, quien destacó que «el Estado venezolano es responsable, por acción u omisión, de cualquier acto de violencia en Venezuela. La prédica violenta desde los más altos niveles del Estado es responsable de la siembra de odio».
Asimismo, instó a la OEA, a la ONU, a la Unión Europea, a Unasur, a todos los gobiernos del hemisferio y a la Santa Sede a que pidan al gobierno y al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) rechazar públicamente al uso de la violencia como arma política.
El caso originó en seguida reacciones de parte de la Unasur y la OEA, así como de varios gobiernos de la región y también del de Estados Unidos. «Pedimos al gobierno de Venezuela que proteja a todos los candidatos políticos y llamamos al Consejo Nacional Electoral a que garantice que esta campaña se lleve a cabo de una manera que se fomente la participación completa del pueblo de Venezuela «, dijo hoy el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
