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El Partido del Movimiento Democrático Brasileño, principal socio del Partido de los Trabajadores en el gobierno de Dilma, celebrará este sábado su Convención Nacional para definir si abandona la coalición.
El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal socio del Partido de los Trabajadores (PT) en el gobierno brasileño, celebrará este sábado su Convención Nacional para definir si abandona la coalición.
Según destacan analistas citados por la agencia DPA, en el seno del partido al que pertenece el vicepresidente Michel Temer las divergencias sobre si dejar o no la base oficialista se vieron fortalecidas esta semana a raíz del agravamiento de la crisis política.
El cerco policial y judicial al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva -llevado a interrogar por la policía y con un pedido de prisión preventiva en curso-, reforzó las filas de los «pro-disidencia» y dejó sin muchos argumentos a quienes predican prudencia.
También las manifestaciones contra Rousseff, Lula y el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) previstas para el domingo, cuya convocatoria ganó fuerza inusitada a raíz de las acciones contra Lula, alteraron la división de aguas en el partido aliado.
Legisladores que consideraban precipitado abandonar a la presidenta en breve temen ahora que esa postura irrite a las bases del partido.
«La propuesta va a ser de ruptura inmediata. (La situación) está evolucionando hacia ese escenario. Los líderes pueden acabar atropellados por los afiliados», dijo el diputado Darcísio Perondi, citado por el portal del diario O Estado de Sao Paulo.
En la víspera del encuentro, en el que Temer será mantenido al frente del partido, surgió una propuesta intermedia que podrá convertirse este sábado en una solución al conflicto, pero estará lejos de aliviar la presión sobre Rousseff.
La idea consiste en no romper de forma inmediata con el gobierno, pero decretar la «independencia» de los legisladores, que tendrán libertad para votar según sus criterios tanto la eventual destitución de Rousseff como cualquier otra medida.
La «solución intermedia» es avalada por Temer y propone además que el Directorio Nacional del partido resuelva en 30 días si la fuerza política deja o no el gobierno.
