Para Armella, los despidos de empleadas municipales de Puesto Viejo son violencia de género

Durante la última sesión de la Legislatura, los diputados del Bloque Justicialista dieron un fuerte rechazo a los despidos de empleadas municipales decididos por el comisionado municipal de Puesto Viejo, Marcelo López. Para la legisladora Patricia Armella, se trata de una cuestión de violencia de género. 

Armella planteó el tema, ante el rechazo de la Cámara al ingreso del proyecto de resolución que sugerían extremar las medidas del caso y rever la cesantía de veinte mujeres que trabajaban en la comuna de Puesto Viejo. También presentó otro proyecto de resolución, para dar solución, a la problemática que atraviesa la Fundación Jujeña de Equinoterapia para continuar con su labor.

“Nos hacemos eco de estos problemas porque el justicialismo tiene vocación de servicio y un espíritu solidario con quienes sufren las consecuencias de las políticas que afectan a los sectores asalariados y más vulnerables”, sostuvo Armella.

La legisladora justicialista fue una de las elegidas por las mujeres despedidas para hacerle conocer el conflicto y la situación de revista de cada una de las damnificadas por la medida del comisionado municipal. Por ello, no extrañó cuando en medio de la última sesión pidió la palabra y expresó su rechazo y repudio contra la decisión política de López. “Nuestra solidaridad con esas veinte trabajadoras que fueron despedidas por el simple hecho de ser mujeres”, afirmó.

“Entiendo que todas las instituciones públicas tienen que brindar las garantías para el resguardo del derecho de las mujeres”, apuntó, a la vez de lamentar que la Legislatura no haya expresado su acompañamiento a un proyecto que planteaba esta situación en particular, algo que –como se esmeró en remarcar- si sucedió en la Cámara alta del Congreso de la Nación a partir de una iniciativa de la senadora justicialista Liliana Fellner.

“Con estas acciones y decisiones, evidentemente se retrocede. Porque se entra en un círculo vicioso en donde cobra un papel central la violencia económica que denigra y pone a la mujer en el escalón más bajo. Desde el Estado se tienen que garantizar e instrumentar políticas públicas para prevenir, sancionar y, de una vez por todas, erradicar todo tipo de violencia contra la mujer”.