El embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro, opinó que la Justicia boliviana «avanzó con la investigación» por el contrabando de armas desde la Argentina cuando se consolidaba el golpe de estado que en noviembre de 2019 derrocó a Evo Morales, y señaló que en cambio, en los tribunales federales de Comodoro Py, esa causa «está cajoneada».
«La justicia boliviana, con todas sus contradicciones, por lo menos avanzó con la investigación por el contrabando de armas durante el golpe de estado a Evo Morales. En la Argentina lamentablemente la causa está cajoneada», afirmó el diplomático.
En declaraciones a El Destape Radio, Basteiro señaló: «A pesar de tener capacidad de convocar a los funcionarios del Gobierno del expresidente Mauricio Macri, cortaron el hilo por lo más fino y solo llamaron a declarar a los gendarmes que acudieron a resguardar la embajada argentina en Bolivia»
La investigación que lleva adelante la justicia boliviana se abrió tras descubrirse una carta enviada por el entonces comandante de la Fuerza Aérea, Jorge Gonzalo Terceros Lara, al embajador argentino, el jujeño Normando Álvarez García, agradeciéndole por las 70.000 municiones enviadas en noviembre de 2019 a la nación del antiplano.
Esas municiones llegaron a manos de policías y de la Fuerza Aérea y fueron usadas para ayudar a la represión que lanzó el régimen dictatorial de Jeanine Añez contra los que defendían al gobierno depuesto.
Basteiro indicó que en Bolivia también se está investigando el financiamiento del golpe, y que en ese marco no se descarta que los comandantes de las Fuerzas Armadas «hayan tenido apoyo de otros países, entre ellos la Argentina» para ejecutar la represión que sucedió tras la caída de Morales.
‘Continente en disputa’
«Estamos ante un continente en disputa, con las derechas cada vez más reaccionarias. Como pasó en Perú, en Brasil y en Colombia en las últimas semanas», apuntó el embajador, y agregó que cuando la derecha no logra hacerse con el gobierno a través del voto popular, «utiliza cualquier acción para romper con la democracia».
Basteiro se refirió así a la situación en Brasil, donde simpatizantes del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro atacaron el domingo las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia. «Lo de Brasil tiene un doble significado porque es económicamente más poderoso. Si pasa en Brasil, ¿qué queda para los demás países de la región?», interrogó el diplomático.
En este sentido, coincidió que, tal como pasa en la Argentina, «la derecha no tiene intención de respetar los procesos judiciales»:
Finalmente, se refirió a la demora que tuvieron los dirigentes de la oposición argentina en repudiar el alzamiento de la derecha brasileña contra los poderes del Estado en el país vecino. «Hicieron lo mismo cuando ocurrió el atentado contra (la vicepresidenta) Cristina (Fernández de Kirchner). Tardaron en decir algo para ver como se resolvía el conflicto. Si el domingo pasado terminaba consumándose un golpe de la derecha, en lugar de repudiar hubieran sacado otro mensaje. Esto muestra que su repudio es una conveniencia política», puntualizó.