El movimiento feminista continúa conquistando espacios. En las redes sociales, en el ámbito académico, en las organizaciones sociales y, en los últimos días, pisó firme en la televisión en el programa de chimentos Intrusos, conducido por Jorge Rial (uno de los últimos lugares donde se hubiese pensado alguna vez un debate sobre aborto o violencia machista).
Uno de los territorios de manifestación por excelencia para ganarle la batalla al sistema patriarcal es la calle. Así lo reflejan las asambleas masivas que se están dando por estos días de cara al Paro Internacional de Mujeres del próximo #8M, que prometen una movilización masiva para el recuerdo.
Y en el medio de esta avanzada feminista, los festejos de Carnaval, con el rol sexista de la mujer cristalizado en la elección de la reina. Sin embargo, hasta las tradiciones más arraigadas son pasibles de deconstruirse si la voluntad popular lo requiere y eso demostraron las organizaciones comunitarias que realizan los corsos en la ciudad de Córdoba. Sin ponerse de acuerdo, coincidieron en eliminar la competencia sexista de la celebración carnavalera.
Así lo informó la Municipalidad que si bien no organiza los festejos, aprueba y apoya los proyectos barriales para su realización. “No se elige reina en ninguno de los 15 corsos seleccionados, ni tampoco se eligió en el gran corso comunitario que se realizó en el parque Sarmiento”, se anunció desde la Secretaría de Cultura de la capital cordobesa, desde donde aclararon que no se trataba de un requisito, sino que se dio espontáneamente.
“Habíamos escuchado que en algunos no iba a haber reina, pero que sea algo general nos parece un gesto totalmente positivo para eliminar el estereotipo de la mujer como objeto y cuyo único valor social es vinculado con la belleza”, apuntó Betiana Cabrera Fasolis, de la agrupación Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) en declaraciones al diario La Voz.
Inclusive en el barrio Observatorio, el carnaval se realizará el 4 de marzo a pocos días del Día de la Mujer por lo que piensan generar desde la fiesta un espacio para hablar de género. “Acá somos una mesa de trabajo con instituciones de la zona, y se labura bastante la cuestión de género, entonces ni siquiera surge ese tema (hacer o no la elección de reina)”, explicó Emilio Delaunay, uno de los organizadores.
Mientras tanto en Mendoza, el festejo de la Vendimia sigue siendo motivo de cosificación de las adolescentes en todos los departamentos provinciales, y en Entre Ríos parece no discutirse aún la competencia en los carnavales municipales.
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