Cristina Fernández de Kirchner acusó a gobernadores peronistas de haber influido sobre legisladores de sus provincias «para plegarse a la estrategia de apoyo al veto de Javier Milei».
En un extenso mensaje que difundió en las redes sociales al que tituló “El veto y el voto”, comenzó diciendo: “Ayer, de los 99 diputados y diputadas que conforman el bloque de UxP (integrado mayoritariamente por el peronismo, acompañado por otras fuerzas aliadas), 98 cumplieron con el mandato del voto que los llevó a ocupar una banca en representación del pueblo. Sin embargo, el voto contra la universidad nacional, pública y gratuita prevaleció, y el veto de Milei contra la educación, sigue vigente”.
EL VETO Y EL VOTO
Ayer, de los 99 diputados y diputadas que conforman el bloque de UxP (integrado mayoritariamente por el peronismo, acompañado por otras fuerzas aliadas), 98 cumplieron con el mandato del voto que los llevó a ocupar una banca en representación del pueblo.
Sin… pic.twitter.com/2dB1gtuXBC
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) October 10, 2024
CFK compartió dos notas que muestran la actitud de los gobernadores Raúl Jalil, de Catamarca, y Osvaldo Jaldo, de Tucumán, y del diputado misionero Alberto Arrúa, quien dio vuelta su voto.
“Hoy los distintos portales de noticias nos devuelven las imágenes de gobernadores de nuestro partido que habrían influido sobre algunos legisladores de sus provincias, para plegarse a la estrategia de apoyo al veto de Milei (valoramos el pronunciamiento del Partido Justicialista de Catamarca condenando la conducta de la diputada por esa provincia). También se puede ver la carita sonriente y los deditos en V de otro diputado del peronismo de Misiones que hizo lo mismo”, añadió.
Continuó: “Ese legislador es, además, secretario general del Partido Justicialista en la provincia de Misiones y no sólo había votado el financiamiento universitario, sino que prometió públicamente rechazar el veto de Milei. Sin embargo, por alguna desconocida alquimia, terminó siendo uno de los 5 votos peronistas que, de haber cumplido con su mandato, habrían dejado sin efecto aquel veto y hoy la universidad tendría financiamiento, sus facultades no estarían tomadas y los docentes y estudiantes en clase”.
Y sumó la actitud del diputado Arrúa, quien «no sólo había votado el financiamiento universitario, sino que prometió públicamente rechazar el veto de Milei».
“Fue así que estos legisladores, junto al PRO y algún retazo del radicalismo le permitieron a Milei reunir el número para clausurar las esperanzas de un país que supo reconocer en la educación y, en especial, en las universidades públicas, el camino del ascenso social”, aseveró.
Además, indicó: “Las razones de este verdadero transfuguismo político las explica, mejor que nadie, el título y contenido de la nota publicada hoy por el portal Infobae: “El gobierno aprovechó las necesidades provinciales y profundizó las fisuras en casi todos los bloques opositores” (el resaltado en negrita me pertenece). Esto es lo que está destruyendo las representaciones políticas y sus instituciones. Y todavía hay algunos que se preguntan por qué ganó Milei…”
“Esta realidad que ya es inocultable, nos obliga hoy, más que nunca, a enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de nuestros habitantes y para que nadie más en nombre del peronismo termine utilizando una banca en contra del Pueblo y la Nación”, culminó.
La ayuda de Jalil y Jaldo
El Presidente contó con la ayuda inestimable de Jalil y Jaldo para la supervivencia de su veto a la ley de Financiamiento Universitario. En el caso del tucumano, sus tres diputados votaron en contra del rechazo al veto de Milei.
Los legisladores que responden a Jaldo son los mismos que a principio de año retiró del bloque de Unión por la Patria tras su acuerdo con la Casa Rosada. Sin embargo, Tucumán no ha sido favorecida por el Gobierno sino todo lo contrario: la provincia sufrió una caída del 37 por ciento de las transferencias directas que debería recibir.
Jalil eligió otro camino para allanarle al Presidente el blindaje al veto: hizo que una de sus diputadas no estuviera en su banca. La catamarqueña que no bajó al recinto fue Fernanda Ávila, quien supo ser secretaria de Minería durante el gobierno de Alberto Fernández.
Los otros tres legisladores, Sebastián Nóblega, Dante López Rodríguez y Silvana Ginocchio, votaron contra el veto. Jalil estuvo pícaro: Ginocchio es su esposa y considera que en virtud de su voto nadie podría reprocharle que favoreció al gobierno nacional.
El PJ de Catamarca criticó la maniobra. Bajo la presidencia de la senadora Lucía Corpacci, emitió un comunicado donde señaló que «la educación pública y gratuita es un principio fundamental del peronismo, fue Perón quien, en 1949, decretó la gratuidad de la universidad, permitiendo que miles de hijos de obreros puedan obtener un título universitario».
El PJ catamarqueño resaltó que «la ausencia de una diputada de nuestro espacio, sin ninguna razón de fuerza mayor que lo justifique, nos obliga a repudiar su comportamiento».
La voltereta de Arrúa
Milei también tuvo el apoyo de los diputados misioneros agrupados en Innovación Federal que, si bien no votaron junto al oficialismo, se abstuvieron al momento del sufragio. El respaldo más curioso fue el de Arrúa que había declarado que iba a votar contra el veto.
Había sido tajante: «En mi caso, por ejemplo, yo no voy a apoyar el veto de Milei», dijo a la radio Futurock. Y, autodefiniéndose como peronista, agregó que no apoyaba ninguna de las políticas del libertario.
Ante la repregunta de si su rechazo al veto se traduciría en votar afirmativamente para insistir con la ley de financiamiento, el diputado respondió: «Exactamente, sí, sí, sí», y completó: «Calculo que mis compañeros de bloque también harán lo mismo». 48 horas después votó otra cosa.
Con Página/12