La organización Asamblea Trabajo y Dignidad (ATD) denunció «persecución política» por parte del gobierno de Gerardo Morales a partir de la imputación por amenazas a dos mujeres del sector social. Ambas están acusadas de realizar pintadas con supuestas amenazas al mandatario.
Las mujeres involucradas son una comunicadora y una docente de la biblioteca popular denominada «Niñxs Pájaros», que lleva 21 años de trabajo en la capital provincial junto a otros espacios del mismo movimiento, entre merenderos, comedores y centros culturales, que contienen a más de 10 mil niños en la provincia.
Se trata de Marisol Velásquez y Ana Ramos, quienes además fueron candidatas a diputadas durante las legislativas locales de fines del 27 de junio pasado por la agrupación Joven Independiente 20 de agosto.
En una conferencia de prensa desarrollada ayer, dirigentes de la ATD aseguraron que los abogados de Velásquez y Ramos pudieron acceder al expediente de la causa en cuestión recién dos meses después de ser citadas ambas jóvenes y que las imputaciones solo se sostienen en supuestos «parecidos» y el hecho de ser «fan destacado y agitar mucho en las redes sociales».
Instaron además a un inmediato sobreseimiento de las dos mujeres, en tanto que reclamaron «al gobernador y a su justicia hacer públicas las supuestas pruebas que avalan tamaña injusticia».
Las acusaciones a las dos jóvenes son en torno a unas pintadas que aparecieron el pasado 20 de junio, en las que, según indicaron, se plasmó cierto malestar hacia la gestión radical de Morales.
Ocho días después Velásquez y Ramos fueron citadas ante la Agencia provincial de Delitos Complejos, detallaron los referentes ante la prensa.
Y agregaron que «recién hacia el 2 de septiembre pudieron acceder al expediente, tras lo cual desde el 23 del mismo mes ya avanzó la defensa en un pedido de sobreseimiento, sobre el cual todavía no obtienen respuestas».
«La prueba es que al parecer soy parecida a una chica que ni conozco. Además, en el expediente me ponen que es por ser fan destacado de Facebook, porque agité mucho en lo que son las redes sociales», contó Marisol Velásquez.
Al sostener que es «fácil» comprobar que ella se encontraba en su casa en el momento de las pintadas, reprochó que «no les importe el daño psicológico» que se le está causando, siendo tan solo una joven de 25 años y que se encuentra en medio de la culminación de estudios.
«Ya son cuatro meses de estar pasando por esta situación que es totalmente injusta y me da mucha bronca», expuso al vincular el «armado de la causa» con su trabajo como parte del área de comunicación de la biblioteca, visibilizando todo el trabajo en los diferentes espacios; «mostrando la realidad de que el Gobierno no baja mercadería, que los chicos pasan hambre».
Ana Ramos -docente de expresión corporal- dijo, por su parte: «Estamos siendo amedrentadas y perseguidas por parte de este Gobierno. No nos podemos hacer cargo de algo que no hicimos. Tenemos intervenidos nuestros celulares y redes sociales, nos pintaron los dedos, nos sacaron fotos y pretenden que nos reconozcamos culpables»,
«No hemos hecho nada más que construir espacios comunitarios desde los barrios. Tomamos conciencia de nuestra condición en la sociedad y no nos rendimos ante el ataque sistemático por parte del Estado», agregó y aseguró que en su caso «el mismo Gobierno tiene pruebas que ella permanecía en su casa el día en cuestión, a raíz de cursar la enfermedad del coronavirus».