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Apenas conocida la decisión del sindicato de trabajadores del Ingenio La Esperanza de iniciar el lunes un paro por tiempo indeterminado, gobernador Gerardo Morales y algunos funcionarios salieron a agitar los fantasmas del miedo. «La huelga pone en riesgo la venta de la planta fabril», afirmaron.
La postura oficial fue dada a conocer por Juan Carlos Abud Robles, ministro de Producción, y Jorge Cabana Fusz, de Trabajo. Desde esta última cartera se dictó la conciliación obligatoria para frenar el paro, y el ministro recordó que el sindicato debe respetarla porque de otro modo «será pasible de las sanciones establecidas por ley”.
“Nos parece totalmente irresponsable -dijo Abud Robles sobre la medida de fuerza del Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros (Soea) del Ingenio La Esperanza-, porque pone en riesgo la posibilidad de entregar el Ingenio a un inversor que tiene todo un programa de desarrollo, toda una propuesta y que puede darle una salida definitiva y ganadora para toda la región».
Mencionó además que la propuesta en cuestión implica una inversión de 350 millones de dólares, tanto en la actividad principal como en las conexas, y que de este modo se cerraría definitivamente «la incertidumbre de esta quiebra que lleva cuarenta años sin solución”.
También amenazaron con no pagar los salarios, si se frena el funcionamiento de la planta y la producción. “Si el ingenio no produce, el gobierno no está en condiciones de hacer frente a los sueldos y salarios”, advirtieron.
En este sentido, Abud Robles aventuró que el Sindicato está buscando la liquidación del ingenio «impulsado por algunos grupos políticos”, sin precisar a qué «grupos» se refería.
Días atrás, el gobernador Morales, notablemente ofuscado, había dicho que si los trabajadores hacían paro estarían «pegándose un tiro en el pie», y sobre el plan de venta que lleva adelante les advirtió: «Se toma o se deja».
Respuesta del gremio
La respuesta del sindicato no se hizo esperar. A través de un parte de prensa, la Comisión Directiva del Soea La Esperanza repudió las afirmaciones de Morales: «No se va a permitir bajo ningún término que algún trabajador siga siendo perjudicado. Morales fue duro al decir que su gestión va a liquidar al Ingenio La Esperanza si no se van 400 empleados al Estado, pasando a cobrar un sueldo mucho menor al que perciben actualmente”.
«Con poca autocrítica, culpa a los trabajadores de querer ‘correr’ a los inversores, siendo que tanto él como sus ministros no tienen ni el mínimo interés por resolver este gran conflicto”, afirmaron.
