En el acto oficial por el 24M, la ministra Galfré habló de su esposo desaparecido

La ministra de Desarrollo Humano de la Provincia, Ada Galfré, dio su testimonio sobre el secuestro y desaparición de su esposo, Simón Ángel Sapag, detenido en Córdoba en 1976. Es la primera vez que la funcionaria hace mención de este episodio de su propia historia. Llamó a lugar «por la verdad, la justicia y la memoria activa permanente» y aseguró que continúa en la búsqueda de los restos de su marido «Pocho». 

Convocada por el Instituto de Educación Superior Populorum Progressio-Intela, de Perico, Galfré encabezó el acto por el Día de la Memoria en la plaza central de esa ciudad.

Acompañada por su hija Soledad Sapag, actual secretaria de Paridad de Género, la ministra sorprendió al mostrarse con la foto de «Pocho Sapag», cuya historia relató.

El periqueño Sapag fue secuestrado el 4 de mayo de 1976 en Córdoba, donde cursaba el último año de la carrera de Medicina. En los registros de la Conadep y organismos, no consta que haya pasado por ningún Centro Clandestino de Detención. 

Emocionada, Galfré relató: «Yo tenía 20 años y mi marido periqueño, 26. Hoy tenemos una hija que ya tiene 3 hijos. Acá se ha vulnerado el derecho de la vida de Pocho, de nuestra propia familia, de una hija de tener a su padre y de los nietos de tener a su abuelo, y eso implica la lucha por la verdad, la justicia y memoria activa permanente para que no vuelva a suceder. Para que todas las generaciones, las de ahora y las futuras, no vivan nunca más estos episodios».

«Es una cifra terrible los 30 mil desaparecidos -conitnuó la funcionaria-, aunque mucho más terrible es todo lo implica la vida detrás de cada uno de los familiares: las esposas, las mujeres hemos tenido una situación francamente difícil porque estábamos en la mira».

Dijo que «lejos de bajar los brazos» siempre buscó la verdad y la justicia. “Fue un acto de resiliencia que hice, de aprendizaje para las generaciones futuras, para que tengamos una democracia más sólida para que se pueda construir desde el disenso y afirmarnos desde el consenso. Y fundamentalmente entender que cada uno de los vecinos y vecinas son parte del sostenimiento de la democracia, y no solo los partidos políticos”.

Cerró considerando que el 24 de marzo es un día de “visibilización y de concientización”, aunque aclaró que para  su familia «este día son todos los días, no nos olvidamos ni un solo instante ni dejamos de buscar».

«Hoy sólo buscamos restos, porque para mí hoy un hueso me significaría la demostración de la existencia de Pocho. Y no voy a dejar de buscar. Estoy segura de que voy a encontrar, y seguirá mis pasos mi hija con el apoyo de mi hijo que sigue la lucha porque es parte de la familia que le tocó vivir. Las generaciones seguirán buscando porque esa es la conciencia que estamos dejando”.