Los franceses salieron a las calles este jueves para protestar por la reforma al sistema de pensiones propuesta por el Gobierno de Emmanuel Macron, que prevé aumentar en dos años la edad de jubilación.
Ocho de los sindicatos más grandes de Francia, que cubren transporte, educación, policía, ejecutivos y sectores públicos, pidieron que esta jornada sea el “primer día de huelgas y protestas” contra la reforma propuesta.
Trenes parados, vuelos suspendidos y escuelas cerradas fueron el sello de las protestas masivas.
“Hay que distinguir entre los sindicatos que llaman a manifestar en un marco tradicional y aquellos que están en una dinámica deliberada de bloquear el país”, dijo Macron, que está en Barcelona para una cumbre franco-española.
Aunque su intención era retrasar la edad jubilatoria de los 62 a los 65 años, su primera ministra Élisabeth Borne planteó finalmente 64 años, pero adelantando a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para poder cobrar una pensión completa.
Estos dos puntos son los que dispararon el rechazo de la opinión pública. Según un sondeo de Ipsos publicado el miércoles, aunque un 81% de franceses considera necesaria una reforma, un 61% rechaza esta propuesta y un 58% apoya el movimiento de huelga.
“Lo que sentimos hoy es que hay una gran ira, una voluntad de manifestar contra el retraso de la edad de jubilación”, indicó el miércoles por la noche el secretario general de la CFDT, el primer sindicato francés, Laurent Berger.
El primer frente sindical unitario desde 2010, cuando intentaron en vano impedir el retraso de la edad de jubilación de 60 a 62 años por el gobierno del presidente conservador Nicolas Sarkozy, espera sacar un millón de manifestantes a la calle.
Más de 200 protestas están previstas en todo el país. Las autoridades esperan entre 550.000 y 750.000 manifestantes y entre 50.000 y 80.000 solamente en París. El líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, estima que más de un millón de personas se manifestarán contra la reforma de las pensiones.
Los sindicalistas aseguran que las protestas van a continuar en los próximos días a menos que el Gobierno dé marcha atrás y paralice la tramitación de su proyecto, que tras su adopción en el Consejo de Ministros el próximo lunes, debe iniciar la tramitación parlamentaria a comienzos de febrero.
La CGT ya anunció paros en las próximas semanas en refinerías y depósitos, reavivando los temores de una escasez de combustible como la vivida en octubre y que obligó al gobierno a intervenir para frenar las protestas.
El gobierno ha defendido la reforma como un cambio de política progresista y de equilibrio contable, que hará que el déficit de pensiones se reduzca al mínimo en 2030.
“Si no aprobamos esta reforma, los libros no estarán equilibrados, lo que significa que tendremos que reducir las pensiones de los jubilados o aumentar las contribuciones de los trabajadores, reduciendo así el poder adquisitivo de los franceses”, dijo a CNN la diputada oficialista Stephanie Rist el miércoles.
🔴Masivas protestas en Francia contra las políticas de Emmanuel Macron
📌El presidente busca retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años, lo que generó el descontento social, el paro de trenes y el cierre de escuelas. pic.twitter.com/KMRbL5Wwwu
— IP noticias (@_IPNoticias) January 19, 2023
A pesar de la ira en la calle, el gobierno, que carece de una mayoría parlamentaria, todavía tiene una vía constitucional para imponer la reforma a los legisladores y convertirla en ley.
Muchos han criticado la reforma como inoportunas en el mejor de los casos; en el peor, un insulto a la gente trabajadora en Francia. “Esta reforma cae en un momento donde hay mucho enojo, mucha frustración, mucho cansancio. De hecho, llega en el peor momento”, dijo el jefe del sindicato CFE-CGC, François Hommeril, a CNN el martes, señalando la inflación que ha sacudido a Europa este año tras la pandemia de covid-19.
La reforma de las pensiones ha sido durante mucho tiempo un tema controvertido en Francia. En 1995, protestas callejeras detuvieron los esfuerzos de reforma, y sucesivos gobiernos enfrentaron una fuerte resistencia a las reformas que finalmente se aprobaron en 2004, 2008 y 2010.