Fuertes críticas a la organización del Enero Tilcareño en el festival de músicos populares que se hizo el domingo 

Por Camilo Kay Haro Galli. Más de 10 horas duró el festival en homenaje a Rodolfo Altamirando, organizado el domingo por los músicos populares autoconvocados de la Quebrada en la plaza central de Tilcara. Hubo críticas a las gestiones municipal, provincial y nacional. El cierre fue bien arriba, con Bruno Arias.

Unas 600 personas participaron del encuentro, que además de música tuvo baile, comidas y mates compartidos. Hubo una treintena de grupos y músicos, y también hubo espacio para expresar reclamos y reivindicaciones.

El festival hizo memoria del compositor y docente tilcareño fallecido en diciembre pasado. Muchos de los músicos locales fueron alumnos del “Bolachata” Altamirando en los Talleres Libres de Tilcara. Y los que no, recibieron su influencia. Fue fundador de la banda de sikuris Virgen de Luján y participó de varias formaciones musicales, como Los Malkas, Los Tilcareños, Los Laikas, Condorcanqui y Los Yungas.

El festival se autogestionó con aportes de los comerciantes locales y una rifa. Lo recaudado se usó para pagar parte del alquiler del sonido. Además, Bruno Arias hizo un aporte.

A pesar de que en la convocatoria no se planteó ninguna consigna política, el evento tuvo un fuerte tono crítico hacie el intendente Ricardo Romero, y a los gobiernos provincial y nacional. Las críticas a Cambiemos fueron hacia los recortes y en defensa de la educación pública. Maryta de Humahuaca reclamó por la inacción y la indiferencia que hay con los inundados de Santa Victoria Este, en Salta. Participaron también Nina el Tupiceño, Alfredo Tato Cruz, Los Pachas, Joaquín Storni, Chemandinga y el grupo Wiñay, integrado por niños de la escuela de Arte, entre muchos otros.

Los artistas expresaron su malestar, porque durante los dos primeros años de la gestión de Romero tocaron gratis y colaboraron fuertemente con la política turística y cultural encarada por la Municipalidad, y finalmente este enero el municipio concesionó el evento oficial a una productora privada y se olvidó de darles participación a los músicos tilcareños.

Sebastián Sardina, uno de los organizadores del encuentro, definió: “Este festival demuestra lo que nosotros queremos para Tilcara y para nosotros: crecer como músicos. Y evidencia que la elección de la municipalidad de priorizar el festival de rock, cerrando peñas y dejando sin laburo a mucha gente de Tilcara, no ha sido buena. No solo porque fue un fracaso a nivel económico sino porque jugó en detrimento de la cultura, de los músicos y por ende del pueblo”.

Pero las molestias no son solo de los músicos. La gestión de Romero viene atravesando algunos problemas. Durante la primera mitad del mandato, el director de Cultura fue Walter Apaza, quien dejó el cargo hace unos meses y desde entonces esta área del municipio no encuentra un horizonte claro.

La música se inició pasando el mediodía y se prolongó hasta la medianoche. Al comienzo se acompañó con empañadas, tamales y humitas de las vendedoras de la plaza. Por la tarde predominaron los mates con tortillas y por la noche la cerveza y el vino se hicieron presentes, todo en un ambiente familiar y festivo. Se bailó mucho; chacareras, taquiraris, sayas y carnavalitos.

Daniel, un turista de Buenos Aires, agradeció emocionado «a todos los músicos de la Quebrada, a los bailarines, y a su gente por mantener nuestra identidad. Todos nos sentimos tierra y transpiramos cultura popular”, señaló.

A las 23, Bruno Arias subió a la glorieta de la plaza local y empezó a interpretar temas lentos y de folclore santiagueño. Luego cantó el tema “Sol de los Andes” con la hija del Coya Mercado, y terminó mancomunado con los músicos locales y el público en el tema “Cinco siglos resistiendo”.

Bruno también expresó su crítica a la organización del Enero Tilcareño. Recordó ediciones anteriores del tradicional evento, y destacó que los músicos “la vienen remando y no les pagan, o les pagan cinco mil pesos”, y agregó que “el Enero Tilcareño no se toca”.

En los temas más movidos, Bruno arengó a los espectadores cantando “el que no salta es un gato”, en clara alusión al presidente Mauricio Macri. Pero el carmense no se quedó en la crítica: al día siguiente encabezó una peña en la Gran Casa con el fin de recolectar fondos a beneficio del Hospital Salvador Mazza de Tilcara.

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