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El fiscal Gustavo Araya, que investiga el intento de rapto de un chico de 14 años ocurrido el lunes, aseguró en diálogo con El Submarino que trabaja sobre la base del relato del menor, al que calificó de coherente y creíble, y que están revisando las cámaras de seguridad de la ciudad. Sobre la chica que el adolescente vio en el vehículo, dijo que no tienen denuncias de desaparición, por lo que se dificulta la búsqueda.
El Fiscal de Investigación Penal N° 6 Gustavo Araya dijo que se trata de una causa complicada, aunque aclaró que se está trabajando para identificar a los secuestradores y, sobre todo, hallar a la chica que llevaban en el vehículo.
“Ayer apenas tomé conocimiento ordené una Cámara Gesell, porque se trata de un menor de edad, y gracias a eso pudimos establecer lo que sucedió. Su relato es coherente”, dijo Araya.
El fiscal comentó además algunas afirmaciones que se habían publicado ayer. Por un lado, la madre del chico secuestrado, en un estado emocional alterado, había declarado que la Cámara Gesell había sido usada porque no le creían a su hijo. Por otro, se informó que la mujer pudo hacer la denuncia por haber ido a la Justicia acompañada por el diputado provincial Pablo Baca. “Quiero desmentir dos cosas –afirmó Araya-. No es verdad que no le haya creído al menor, sino que se hizo la Cámara Gesell porque es menor de edad. Y quiero aclarar también que no es cierto que hayamos intervenido a partir del pedido de un legislador, sino que cuando él llegó nosotros ya estábamos trabajando”.
El fiscal dijo que se trata de una situación “muy grave”, y agregó que si bien el chico está en buenas condiciones físicas, necesita apoyo psicológico para superar el trance por el que pasó.
Respecto de la actitud que debe asumir la comunidad frente a este tipo de hechos, señaló: “Hay que estar atentos, pero tampoco hay que mandar a la sociedad mensajes atemorizantes ni entrar en pánico. Se trata de estar atentos. Por otra parte, los menores en la calle son responsabilidad de los padres”.
Confirmó que aumentaron los casos de fuga de hogar, aunque aclaró: “A mí me parece que el problema es más profundo, que tiene que ver con la relación de los adolescentes con sus padres. Aunque por supuesto no me hago el distraído sobre la trata de personas”.
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