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Juicio a Sebastián Kiczka: El acusado por abuso infantil dijo que no sabía que era delito

«No sabía que era ilegal. Eso está en internet, ahí nomás, al alcance, y bueno». Así argumentó Sebastián Kiczka, hermano mayor del exdiputado libertario Germán Kiczka, al enfrentar las preguntas de los jueces en una ampliación de su indagatoria. Este miércoles se conocería el fallo en el juicio contra los dos hermanos misioneros, acusados de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI).

Sebastián Kiczka se abstuvo de responder a las preguntas de los fiscales pero intentó justificar su accionar con una afirmación desconcertante: “No sabía que era ilegal ver ese tipo de videos”, dijo, en referencia explícita al contenido de abuso sexual infantil.

Dijo además que los archivos habían sido descargados “por error” y que, al intentar eliminarlos, no lo hizo de forma adecuada. “Pensé que había borrado todo”, agregó, y aseguró que los había visto buscando distracción, “como cualquier persona ansiosa”, sin comprender las consecuencias legales.

El comentario generó sorpresa en la sala, dado que el acceso a material de abuso sexual infantil está claramente prohibido por las leyes argentinas e internacionales.

La versión de Germán

En el mismo tribunal, el exdiputado libertario Germán Kiczka, hermano menor de Sebastián, también amplió su indagatoria. Además de desmentir las acusaciones de haber participado activamente en la distribución del material, aclaró que, en su opinión, todo se trató de un malentendido con un pendrive que, según él, le había sido plantado.

Sin embargo, su versión también carece de credibilidad para muchos, ya que la evidencia tecnológica demuestra lo contrario.

Aunque ambos hermanos alegaron que el material estaba en la computadora de Germán por error, los fiscales aseguran que la evidencia no concuerda con su versión.

Germán Kiczka

Hacia la condena

Este miércoles 16 a las 8.30, se conocerá el veredicto. El futuro de Sebastián y Germán Kiczka está ahora en manos del tribunal, y el resultado podría tener un impacto profundo en la forma en que la justicia enfrenta los delitos relacionados con el abuso sexual infantil y su propagación a través de internet.

Para los fiscales Martín Rau y Vladimir Glinka, la suerte de ambos está echada, sobre todo después de las declaraciones de la psicóloga Luisella Lorenzo, integrante de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas, quien actuó como perito en la causa. La especialista fue concluyente respecto de la conciencia que ambos tenían sobre los delitos que ahora les imputan.

La testimonial de Lorenzo fue lo más destacado de la onceava y última audiencia de declaraciones en el juicio contra el exdiputado provincial libertario Germán Kiczka y su hermano mayor Sebastián, que se está desarrollando en el Salón de usos múltiples del Palacio de Tribunales de Posadas. La defensa está a cargo de los abogados Gonzalo De Paula y María Laura Alvarenga.

Integran el Tribunal Penal 1 de Misiones Gustavo Arnaldo Bernie, Viviana Gladis Cuckla y el juez subrogante César Antonio Yaya.

En la etapa de investigación se hallaron más de 900 fotos y videos de pedofilia, incesto y hasta zoofilia en dispositivos varios, entre ellos computadoras y dispositivos de almacenamiento.

El lunes Germán Kiczka había detallado que Sebastián utilizó una computadora suya de marca Lenovo cuando ambos había decidido vivir en lo de sus padres, en medio de las cuarentenas por la pandemia de covid. Un argumento similar esgrimió para referirse a un pendrive que era suyo que las pericias de la investigación encontraron lleno de archivos con MASI.

Sebastián admitió que el contenido allí encontrado era de su propiedad, pero dijo que no sabía que su consumo era “ilegal”. E insistió en que padecía una suerte de “compulsión” que lo empujaba a descargar y ver fotos y videos de pedofilia, lo que se agravaba por el consumo de “cerveza y otras sustancias”.

De lo que no habló, sin embargo, es del otro delito que se lo acusa: el abuso de una adolescente de 15 años en un gimnasio de Apóstoles, la localidad misionera donde vive toda la familia Kiczka y también Pedro Puerta, líder del partido Activar y padrino político de Germán, aunque en una declaración por escrito haya negado cualquier tipo de vínculo personal o afectivo.

Durante los once días en que transcurrió el debate oral, los hermanos se negaron a responder las preguntas de la fiscalía. Los jueces escucharon a 53 declarantes.

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