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«Morales quiere mayor cobertura, que nadie pueda meter mano en su el gobierno autoritario que lleva adelante». Así analizó el diputado provincial justicialista Alberto Matuk el proceso de juicio político al fiscal general del Superior Tribunal Alejandro Ficoseco y a miembros del Tribunal de Cuentas. Como integrante de la Sala Acusadora que lleva el trámite en la Legislatura, insistió en que «debería haber sido declarado inadmisible desde el principio».
En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), Matuk repasó la serie de irregularidades que, a su entender, vician el proceso de nulidad. «Ni siquiera tenemos un denunciante visible, porque si bien es cierto que la Constitución establece que cualquier ciudadano puede hacer una denuncia de este tipo, se requiere saber de quién se trata, de qué trabaja, a qué se dedica», repasó.
«Pero acá no sabemos si existe o no -continuó-. Uno confía en la palabra del presidente de la comisión, que dice que estuvo con ellas, pero se las ocultó permanentemente».
También sobre las mujeres que firman las denuncias, remarcó que le llama la atención que hayan tenido acceso a la denominada Megacausa, que investiga el manejo de fondos públicos para la construcción de viviendas por parte de cooperativas, en las que están imputados el exgobernador Eduardo Fellner y la dirigente social Milagro Sala, además de otros exfuncionarios. Desde su lugar de representante legal de algunos de los procesados, Matuk reveló: «Yo, como abogado, nunca pude conocer el expediente en su integridad, y ellos dan detalles que nosotros no conocemos».
«Lo más grave es que en el caso del fiscal general la propia Constitución exige que la denuncia sea con patrocinio letrado, y aquí no hay ningún patrocinio letrado», agregó.
Para el diputado, estas razones son suficientes para que el proceso de juicio político se declarara «inadmisible» desde el principio.
No obstante, detalló algunas otras irregularidades que sustentan su rechazo. «Se hizo prueba de oficio que no tenía nada que ver con la denuncia en sí. Y cuando uno analiza las razones de fondo, en los dos casos, ningún elemento de lo denunciado se ha comprobado. Porque se ha ofrecido prueba y la prueba ha demostado que todo lo que se dice ahí no es cierto», explicó.
«Entonces uno se pregunta cómo es que esto prosigue, porque más allá de que los juicios politicos sean especiales, no alcanza con la fuerza de los votos. Tiene que haber un grado de razonabilidad, se tiene que respetar el debido proceso legal, respetar estas cosas que son centrales en el ámbito de la democracia y no podemos ignorar», completó.
Matuk puso esta cuestión en el contexto en el que está funcionando la Legislatura: «No es cuestión de ir y votar, los miércoles y los jueves. El día antes de la sesión llega un proyecto del gobernador, ni siquiera se conocen los fundamentos, se levanta la mano y se aprueba».
«Pero esto es distinto -aseguró-. Este es un tema que concierne al normal funcionamiento de las instituciones de la democracia. Si pretenden revocar o destituir a estos ciudadanos funcionarios, hay que exigir que haya seriedad en el proceso, que sea limpio y acomodado a las normas legales que lo reglamentan».
-Hay quienes interpretan que la intención del gobernador es evitar los controles sobre su manejo de los fondos públicos. ¿Qué opina?
-Yo creo que lo hace en función de que el 10 de diciembre empiezan sus nuevos cuatro años y quiere mayor cobertura a esta suma del poder público, que no haya resquicios, que nadie pueda meter mano en el gobierno autoritario que lleva a cabo. Es que no se puede evitar la suspicacia, porque no hay razón valedera para este juicio político. Si sigue avanzando, es que hay un propósito de esta naturaleza.
-¿Cómo van a actuar desde el bloque justicialista respecto de este tema?
-Es un tema difícil. Creo que el peronismo tiene que ponerse firme. En el bloque estamos intentando una posición. La mayoría cree que no hay que acompañar este juicio político.
-¿Hay alguien que cree que sí hay que acompañarlo?
-No sé, no hay definiciones concretas todavía. Hay que esperar.
-¿No hay unidad en el bloque?
-Se está conversando. Son cosas internas. Todos tienen buena voluntad, buena fe. Hay que buscar el consenso y yo soy optimista.
-¿Cree que hubo unidad del peronismo en el proceso electoral?
-No, se han notado los dos sectores. El 9 de junio los peronistas le hemos regalado cuatro años más de gobierno a Gerardo Morales. Y después se notó en la campaña presidencial, que hay dos sectores en pugna. Por suerte trabajaron con el mismo objetivo, que gane la fórmula Fernández-Fernández, y eso hizo que saquemos dos diputados nacionales. Pero los ganadores en Jujuy fueron Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
