De cara a la movilización del próximo martes en defensa de la universidad pública, el coordinador social del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), Rodolfo Tecchi, advirtió en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) que la situación «es verdaderamente problemática». De todos modos, aseguró que «ninguna universidad renuncia a los proyectos que están en marcha».
«La situación es fácil de entender -detalló-: al presupuesto que las universidades tenían disponibles en enero del año pasado para afrontar gastos de funcionamiento, el gobierno nacional dice que lo va a actualizar en un 70%, cuando llevamos ya una inflación muy superior al 200%». Por lo menos tendría que haberse triplicado el presupuesto de gastos de funcionamiento».
Los gastos de funcionamiento se refieren al pago de servicios públicos, alquileres, reparación de equipos y mantenimiento de aulas, entre otros similares. Además están las áreas dedicadas a la investigación, la ciencia y la tecnología, «que está sufriendo un embate particular», comentó Tecchi.
A este panorama se suma la cuestión de los salarios de docentes y no docentes, que en lo que va del año perdieron al menos un 30% de su poder adquisitivo.
En este contexto es que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores y rectoras de las universidades de todo el país, decidió sumarse a la convocatoria del martes junto a los gremios y federaciones de trabajadores de las casas de estudio, a quienes se acoplaron además las centrales sindicales.
«La convocatoria a esta marcha es para hacer visible, para explicar de alguna manera a la sociedad argentina que uno de los valores más importantes que tenemos en la Argentina, que es la educación pública, está sufriendo una situación muy problemática, y que es necesario atender presupuestariamente con urgencia una actualización de los fondos», comentó Tecchi, quien fue rector de la UNJu y presidió el CIN en dos oportunidades.
Tecchi calificó la situación como «crítica». Y describió algunas de las consecuencias puntuales del recorte presupuestario, como la disminución de los horarios de clases, las incomodidades que pueden atravesar los alumnos por la falta de mantenimiento de las aulas y el resto de las instalaciones, los equipos de laboratorio que no se podrán reparar.
«Obviamente todas las universidades nacionales van a seguir adelante -aclaró-. Algunas, para expresar esta gravedad, como la Universidad de Buenos Aires, han dicho que a fin de mayo o principios de junio se quedarían sin recursos para seguir afrontando los servicios. Otras han dicho que están negociando con las proveedoras de luz, de gas, porque no van a poder pagar».
Tecchi contó que en las últimas reuniones del CIN se planteó la necesidad de «evitar gastos superfluos». Pero advirtió: «La verdad es que más del 90% del presupuesto es destinado a salarios, y solo el 6 o 7 es destinado a gastos de funcionamiento. Así que gastos superfluos no hay».
«Además -continuó-, todos sabemos que toda esta cháchara de evitar el uso de vehículos, del café y todo eso, al final no representa más que algo simbólico».
El exrector de la UNJu destacó que la educación pública es «uno de los sectores que le generan mayor credibilidad y confianza a la sociedad argentina, particularmente las universidades nacionales, según muestran todas las encuestas».
«Ninguna universidad renuncia a los proyectos que están en marcha. Van a ser más lentos, va a haber más escollos si no se resuelve el problema presupuestario, pero de alguna manera se sigue avanzando», afirmó.
-¿Qué expectativa tiene sobre la marcha del martes?
-Hay mucha expectativa. Porque además viene con un paro de la mayoría de los gremios docentes y no docentes para facilitar la afluencia a la marcha que se va a hacer en todo el país.
-¿Qué recortes hubo en la UNJu?
-Se tuvo que dejar de alquilar algunos inmuebles, así va a haber que arreglarse con menos espacio para laboratorios, oficinas de investigación. La universidad estaba alquilando algunos inmuebles a la espera de terminar obras que estaban en marcha tanto en San Pedro como en Jujuy, que sufrieron la suspensión de la obra pública. Vamos a ver cuándo se pueden reactivar algunas de esas obras, pero pasa el tiempo y no hay en el horizonte posibilidades de que se terminen las ampliaciones de la cantidad de aulas.
-¿Hubo alguna medida sobre las becas?
-Las becas que da la universidad se están mirando más con lupa. La verdad es que el número de becas va a ser un poco menor, pero la universidad va a ir viendo de qué manera se avanza en el año.
-¿Están en riesgo las nuevas carreras de Medicina y Abogacía?
-No. Medicina están en proceso administrativo de aprobación de la carrera, tal como estaba previsto. Ya se hizo una presentación en marzo ante la Comisión Nacional de Acreditación y se va a hacer a fines de abril la presentación definitiva de la carrera. Esto es en sociedad con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán, pero la Comisión Acreditación es la que tiene que dar el sello de calidad para que empiece. Ahí han sufrido recortes en personal, así que no se sabe cuánto van a tardar. Mientras tanto se empiezan a hacer algunas obras en el edificio del Hospital de Libertador Gral. San Martín, que va a ser reemplazado por un edificio nuevo y en el edificio viejo va a funcionar la carrera de Medicina. En el caso de la carrera de Derecho, a mitad de año ingresan alumnos nuevos, ya es la segunda cohorte de alumnos. Así que con dificultades, pero se sigue avanzando.
-¿Hubo despidos en la UNJu?
-No, en el sistema universitario nacional en general no ha habido despidos. Pero sí ha habido una disminución muy grande, como en muchos otros sectores, del poder adquisitivo de los trabajadores docentes y no docentes. Seguro que en las autoridades del gobierno nacional hay voluntad de que las universidades saquen gente, pero se les complica por la autonomía universitaria. De todas maneras han tirado algunos mensajes, como que hay personal de más cosas así.
-El presidente dijo que las universidades públicas son espacios de adoctrinamiento político.
-Sí, no está claro qué significa eso. Ya le han contestado desde distintos sectores políticos, gente con distintas ideas políticas, que en la universidad se enseñan todos los autores. Por ejemplo, en la carrera de Economía, sobre la cual apuntó el presidente, se enseñan los autores que parece que son los únicos que él conoce y lee, y también muchos otros autores y doctrinas muy diferentes. La universidad pública es un sistema que tiene más de 100 años. Hay dirigentes políticos de las más distintas fuerzas en la Argentina que se han formado en la universidad pública. La lista es infinita. Se puede demostrar claramente que de la universidad no salen dirigentes de un solo color, no hay un solo pensamiento. De la universidad nacional salen radicales, peronistas, del PRO y también estos libertarios que están ahora.