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Dos empleadas municipales de la localidad de Uquía se encadenaron este miércoles en las rejas de la Casa de Gobierno, tras ser despedidas «sin justificación» y responsabilizaron a la comisionada municipal, Gabriela Flores por la decisión que consideran «política», porque luego designó a su hermana como funcionaria comunal y en planta permanente.
Además de las cesanteadas, llegaron a la plaza Belgrano, hombres y mujeres que fueron despedidos de los municipios de Monterrico, Volcán y Barro Negro que denunciaron que recibieron la notificación de despidos, pero que nadie les da una explicación de las causas de sus despidos.
El Sindicato de Empleados y Obreros Municipales le exigen al gobernador de la provincia, Carlos Sadir «brinde una solución urgente a la angustiante situación que atraviesan las y los trabajadores» de los municipios mencionados.
Se trata de Karina Zambrano y Vilma Cunchila quienes hicieron público su caso señalando que las echaron de manera injustificada, solo por hablar con un concejal opositor.
En dialogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), una de ellas, señaló que «nos encadenarnos para que nos dé solución el gobernador, ya que con la comisionada Gabriela Flores no se puede dialogar y lo único que hace es discriminarnos, gritarnos y reírse en nuestra cara en el pueblo de Uquía, expuso una de las lugareñas damnificadas».
La otra mujer dijo que «es una pena de que la señora nos falte el respeto. Nosotros veníamos desde hace rato haciendo los trámites para pasar a plante permanente, pero la señora se le ocurre no presentarse, es una vergüenza la clase de autoridad que tenemos en Uquía. Es mentira todo lo que dice la comisionada, tienen presupuesto desde provincia y ella miente a nosotros, al pueblo y a las autoridades superiores. Ella nos sacó a nosotros y puso a otros».
