Docentes y estudiantes de la Quebrada realizarán este lunes un abrazo simbólico a la sede tilcareña del IES N° 2, para reclamar por la reapertura de carreras que se cerraron y en rechazo a la rotación de carreras, una reciente medida del Ministerio de Educación que obligará a los alumnos a desplazarse a otras ciudades para cursar.
El Instituto de Educación Superior (IES) N° 2 tiene tres sedes: Humahuaca, Tilcara y Tumbaya, que reciben a estudiantes de toda la Quebrada y de la Puna. Ya antes de las vacaciones de invierno los alumnos encabezaron protestas por el cierre de varias carreras, entre ellas las de Nivel Inicial y Primario, Economía, Lengua, Matemática e Historia.
La reestructuración del sistema de profesorados encarada por la ministra Isolda Calsina a través de la Dirección de Educación Superior empezó con el cierre de inscripciones de algunas carreras y sigue ahora con una nueva modalidad: que las carreras sean rotativas y se vayan aprobando año a año.
De este modo, los jóvenes que quieran ingresar a algún profesorado no van a poder elegir el lugar donde cursar, porque cada carrera se dictará en una sola sede en toda la provincia.
«El problema es que se van a aprobar carreras en función de los designios de un equipo que está dentro de una oficina, sin tener en cuenta la realidad local», analizó Mercedes Sosa, docente superior y referente de la Corriente Sindical Marina Vilte.
Los más perjudicados, sin dudas, son los estudiantes y su comunidad. Hoy mismo algunos deben hacer grandes esfuerzos para cursar. En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), Sosa describió: «Esto les quita oportunidades a los pobladores de las zonas más alejadas, porque no todos pueden ir a estudiar a Jujuy o a cualquier otra localidad. Por ejemplo, muchas de las alumnas de la carrera para docente inicial en la Quebrada son chicas que viven en zonas alejadas, que tienen que bajar caminando durante una hora hasta la ruta para tomar el colectivo. Y hacen ese sacrificio porque quieren ser docentes. No van a ir a Libertador».
También se da el caso de que muchos jóvenes de la zona terminan un profesorado y empiezan otro, de modo que algunos acumulan tres o más títulos.
«Los profesorados son además un espacio de contención -explica Sosa-, y eso se traduce en un beneficio para toda la comunidad. Es indignante que les quiten esa oportunidad a los jóvenes».
Para los docentes, además, la situación implica una fuerte incertidumbre laboral. En el caso de las carreras que se cierran, los profesores pasan «a disponibilidad», lo que significa que siguen cobrando su salario pero no tienen dónde trabajar. «Hay preocupación porque cuando pasás a disponibilidad no sabés qué destino vas a tener, y a través de un decreto, de una decisión de achique o lo que fuera, podemos ser despedidos porque no hay posibilidad de reubicación», explicó Sosa.
Así es como hay una cantidad de docentes sin aula, mientras del otro lado hay vacantes que no se cubren. Esto último es lo que ocurre en la Escuela Normal de Tilcara, donde asisten 500 alumnos, que no tiene a nadie en la vicedirección, a pesar de que el cargo estaba obviamente presupuestado. Y lo mismo pasa en numerosos establecimientos en los que docentes se toman licencia, por ejemplo por enfermedad, y el puesto queda libre porque no se convoca al suplente.
«Son medidas arbitrarias, sin sentido, que solo perjudican la educación pública. Es un ensañamiento», afirmó Sosa, y agregó: «Una se formó para desarrollar una labor, una quiere enseñar. Es una condena no poder hacerlo».
Como ejemplo, vale el caso de las carreras de Educación Física, que se cerraron hace tres años y cuyos los docentes siguen en disponibilidad.