8M: hay actividades en toda la provincia por el Paro de Mujeres

En conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora y en adhesión al Paro Internacional de Mujeres, convocado en más de 40 países, se realizan actividades en toda la provincia de Jujuy. 

La mayoría de las acciones están previstas para la tarde, ya que el acto central se organizó para las 17. No obstante, se convocó a un ruidazo al mediodía para que las mujeres se hagan oír en el lugar que estén. 

La plaza Belgrano en San Salvador de Jujuy y las plazas de Tilcara, Maimará y Libertador Gral. San Martín, entre otras localidades del interior, serán los escenarios de los actos de las 17 horas.

La convocatoria es amplia y reúne a colectivos locales de mujeres, como la Multisectorial de la Mujer, Mujeres Unidas en la Lucha y Casa María Conti, como también sindicatos, organizaciones sociales y civiles. Con matices, todos coinciden en reclamar políticas públicas para prevenir la violencia machista y su máxima expresión: los femicidios; como así también mayor presupuesto para la atención de la víctimas; igual salario por igual tarea, y por el mantenimiento de programas como el de Salud Sexual y Reproductiva, entre otras reivindicaciones.  

Liliana Louys, secretaria general de Adiunju y referente de las luchas de género en Jujuy, comentó en diálogo con El Submarino Radio: «Desde el origen de la propia conmemoración, es una jornada de lucha, porque se trató de un día luctuoso. Como decimos en la convocatoria, no nos alcanza un ‘feliz día’, queremos una vida feliz con plenos derechos, y para ello hay que luchar».

Para la dirigente, el mejor homenaje de parte de los hombres es el acompañamiento en esa lucha «porque lamentablemente las condiciones no son igualitarias en esta sociedad para las mujeres en todas sus expresiones».

Sobre las actividades previstas, destacó que se trata de una convocatoria muy amplia, a la que se adhiere desde varios sectores, «lo que no quiere decir que no se converja en un objetivo que es la lucha de los derecho de las mujeres».

Así, la actividad central es la marcha desde la Plaza Belgrano a las 17, al igual que en todo el país, mientras sindicatos de mujeres como Adiunju y ATE realizan un paro de 24 horas en adhesión. La propuesta para la marcha también es variada: hay quienes llaman a vestir de negro y quienes pregieren el violeta.

«El paro no es solo en el trabajo sino también en lo que llamamos el trabajo reproductivo integral, el trabajo invisivilizado de la casa por el cual no se nos aporta nada, entonces no lavamos, no planchamos, es decir no hacemos ninguna de las cosas que hacemos todos los días, que no son reconocidas».

«Cada vez que las mujeres demandan, el gobierno sale a rebatir -advirtió Louys-, pero los hechos hablan mejor que cualquier palabra. En atención de violencia de género, los centros son insuficientes, las formas de atención también, no hay política pública que dé contención psicológica y permita el empoderamiento de las mujeres para superar la situación de violencia».

En este sentido, remarcó que «el problema de la violencia no se resuelve con una terapia individual, sino que es un problema social, de poder. Hemos probado las feministas que los grupos de ayuda mutua sirven para empoderar a las mujeres, para generar sororidad, que es la hermandad entre mujeres, para superar y enfrentar desde la individualidad y desde el grupo que la sostiene esta situación».

«Porque, ¿qué pasa con una mujer que hace la denuncia?, entra en un agujero negro, no hay protección efectiva. Cuando se dicta una exclusión de hogar, ¿cómo se cumple? Desde el primer Ni Una Menos venimos pidiendo tobilleras para los violentos con medidas de restricción, porque hay miles de denuncias de restricción y no se puede poner un policía al lado de cada una de esas mujeres, hay que controlar el cumplimiento efectivo».

-¿En que se avanzó?

-En nada. Hay una Secretaría de Paridad de Género en la cual yo tenía personalmente mucha esperanza, porque había compañeras que habían trabajado muy bien desde el ámbito municipal, pero la verdad es que se han quedado muy cortas respecto de las demandas de la provincia. Seguimos a la cabeza de los femicidios en proporción de la población, seguimos por encima en los crímenes sobre integridad sexual, no hay avances no se puede seguir declamando. La educación sexual aprobada que fue producto de la lucha de las mujeres de muchos años es un instrumento fantástico, con perspectiva de género, democrática, que permite reconocer a el o la otra como persona con plenos derechos, una herramienta para combatir desde la educación, desde la prevención la violencia de género, pero no se aplica porque valen más las presiones de las cúpulas religiosas que los derechos de las mujeres. La realidad es que en el tema violencia ningún gobierno ha hecho algo sustancial, y ahora vemos cómo se desguazan los programas nacionales, cómo se retiran los insumos, cómo los sectores retrógrados se entronan, como pasó con el caso de Salazar, el jefe de Ginecología del Pablo Soria, que plantea que todo el servicio es objetor de conciencia. Pero no es así: si él no quiere hacer la interrupción legal del embarazo, tiene que renunciar, porque se trata de un servicio público que el estado tiene que garantizar.

Manifiesto

Paramos: porque asesinan una mujer cada 18 horas; la misoginia, la lesbofobia y la transfobia nos matan y sólo se asignan $4,40 por mujer, para prevención y asistencia. La reacción inmediata de las organizaciones feministas y del movimiento de mujeres logró revertir el recorte presupuestario, de Macri, al del Plan Nacional de Acción del Consejo Nacional de las Mujeres.

En Jujuy, el presupuesto también es insuficiente, los centros de atención son escasos, con personal sobrecargado, muchxs contratadxs temporalmente; faltan refugios y subsidios para que las mujeres puedan mantenerse sin depender de los golpeadores. No se protege a las mujeres con medidas de exclusión y/o de restricción. Exigimos Ley de Emergencia contra la violencia hacia las mujeres.

Paramos: porque estamos en contra de las políticas económicas de ajuste, de endeudamiento, de tarifazos y de despidos, que generan más pobreza y afectan especialmente a las mujeres, que ganamos menos que los varones por el mismo trabajo, que accedemos a ocupaciones más precarizadas y en negro y que tenemos que reemplazar, con nuestro trabajo doméstico (naturalizado e invisibilizado), objetos y servicios que ya no podemos pagar.

Demandamos el pleno ejercicio de nuestros derechos como trabajadoras, especialmente el de huelga, sin descuentos, aprietes ni represalias. Queremos paritarias libres, sin techo y en las que se incluyan nuestras demandas específicas: contra toda forma de violencia y acoso laboral; apertura de jardines materno-paternales en los lugares de trabajo; licencias por violencia de género; licencias parentales; asignación para mujeres en situación de violencia de género igual al Salario mínimo, vital y móvil, entre otras. Que se reconozcan los derechos laborales de las trabajadoras de las economías populares, trabajadoras sin patrones y cooperativizadas. Trabajo genuino para todas.

Paramos: porque el ataque a los derechos democráticos elementales también es violencia; Exigimos la absolución definitiva de Belén y la libertad de Higui, agredida por lesbiana y presa por defenderse. Basta de represión; exigimos la derogación de las leyes y decretos represivos. Denunciamos el uso arbitrario de la Justicia para perseguir opositorxs y criminalizar la protesta, especialmente en Jujuy; repudiamos la detención arbitraria de Milagro Sala y exigimos el cumplimiento de las resoluciones de la ONU y la OEA. Demandamos la derogación del código contravencional y las sentencias proscriptivas pronunciadas en su nombre. 

Paramos: porque exigimos la plena vigencia de nuestros derechos sexuales y reproductivos. Denunciamos el desmantelamiento de las políticas públicas conquistadas por la lucha de las mujeres como el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable y la Educación Sexual Integral (ESI), que exigimos que se aplique en todos los niveles educativos, que sea laica y no héteronormada. Basta de violencia obstétrica; cumplimiento de la ley de parto humanizado Que se garanticen las interrupciones legales de embarazo en todos los hospitales públicos. Las muertes por abortos clandestinos son femicidios de Estado. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito, para no morir. Demandamos el pleno cumplimiento de la ley de identidad de género en todos los ámbitos. 

Paramos: porque exigimos el desmantelamiento de las redes de trata y el fin de la explotación sexual. 

Paramos: porque exigimos un Estado laico, que no subsidie a las jerarquías religiosas; repudiamos la presión y la intromisión de las mismas en el efectivo cumplimiento de nuestros derechos. 

Paramos: porque exigimos justicia por los femicidios de Nahir Agustina Mamani, Yolanda Velazquez y Magdalena Solange, asesinadas en Jujuy en lo que va del año; por Diana Sacayán, Pepa Gaitán, Zoe Quispe y todas las demás, que son banderas de nuestra lucha.

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