El Sindicato de Petróleo y Gas Privado junto con el Sindicato del Personal Jerárquico iniciaron hoy un paro de 48 horas en Río Negro, Neuquén y La Pampa para «revertir» la decisión de YPF de poner fin a 33 equipos de operación de empresas contratistas, que dejaría sin empleo a 1700 trabajadores.
El titular del sindicato de petroleros patagónicos, Guillermo Pereyra, aseguró que «el gremio no va a permanecer callado» y subrayó que la decisión de «una empresa que tiene mayoría accionaria del Estado Nacional» dejará a «familias en la calle».
Pereyra, quien es senador por el Movimiento Popular Neuquino y presidente de la Comisión de Energía en la Cámara alta, advirtió que el sindicato que lidera no permanecerá «inactivo frente a estas cosas que están ocurriendo y por eso preferimos tomar la iniciativa desde la comisión directiva para traerla a los compañeros para que sea con toda firmeza».
El sindicalista anticipó que se trata del inicio «de un plan de lucha para revertir la situación» y exigen que los trabajadores despedidos perciban un subsidio de 20 mil pesos mensuales hasta que las empresas reactiven los equipos parados, lapso en el que gremio se compromete a pagarles los aportes jubilatorios y de obra social.