Policías una estrategia: la mentira

Por Rodrigo Zapana y Esteban Mayorga (Para H.I.J.O.S. Jujuy)

Este jueves pasado, se desarrolló en el Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy la 44° audiencia del sexto juicio por crímenes de lesa humanidad que tuvieron lugar en la provincia durante la última dictadura militar. Se conoció que el represor Juan Carlos Baca murió

En esta jornada declararon los testigos: Juan Bautista Garzón, Simón González, Francisco Carlos Grimaldo, Eurótido Bruno Gutiérrez y Ramón Néstor Ibáñez, todos ex policías durante la década de los 70.

El 24 de marzo, la única orden que me dieron fue que siguiera patrullando, nada más”

Juan Bautista Garzón, el primer testigo en declarar, sirvió en las filas de la policía de la provincia de Jujuy durante un periodo de diez años a partir de 1975. Durante ese tiempo, según sus propias palabras, estuvo bajo las órdenes de los imputados Hugo Armando Ruiz y Hugo Armando Claros, dos ex oficiales y genocidas que calificó además como “compañeros de trabajo”.

Garzón se desempeñó como chofer dentro del cuerpo de radiopatrullas coordinado por los radioperadores, área dependiente Comando Radioeléctrico, y según su declaración ante el Tribunal, su función se limitaba a “recorrer las calles en el patrullero”.

Si bien Garzón mencionó al ex comisario Ernesto Jaig como principal jefe en el CCD, evitó mencionar los nombres de los oficiales más cercanos a éste, argumentando que durante aquellos años su rango era muy bajo y que su condición de agente le impedía tener conocimiento de lo que ocurría en la cúpula de la policía central y las tareas que sus integrantes realizaban.

A pesar de reconocer que estuvo bajo las órdenes de los genocidas Claros y Ruiz e incluso de llamarlos “compañeros de trabajo”, Garzón aseguró desconocer las tareas que estos realizaban, limitándose a decir que, en ocasiones, estos dos oficiales “salían a las calles a controlar al personal subalterno de las radiopatrullas, para asegurarse de que estén cumpliendo sus tareas, pero nada más”.

Por otro lado, el testigo desconoció por completo la presencia de personal militar y la existencia de una denominada “área restringida” dentro del CCD Comando Radioeléctrico, llegando incluso a asegurar: “Que yo sepa no tenían personas detenidas en la central de policías”, desvinculando de toda responsabilidad al conocido ex centro de detención y torturas para presos políticos.

“Había un letrero que decía zona restringida”

A continuación, declaró Simón González, ex miembro del cuerpo de radiopatrullas que perteneció al Centro Clandestino de Detención (CCD) Comando Radioeléctrico, desde el momento de su conformación, dentro de la central de policía en el año 1975.

González declaró haber conocido a los imputados en la causa Hugo Armando Claros y Hugo Armando Ruiz, a los cuales identificó como sus superiores dentro del Centro de Operaciones Policiales (COP), donde la principal tarea del testigo, según su declaración, fue “ser jefe del móvil cuando salía a patrullar”, custodiando funcionarios, bancos o determinados sectores de la ciudad.

Sostuvo que tenía conocimiento de la existencia de los llamados “grupos subversivos” o presos políticos gracias a los diarios y medios de la época, pero relacionó su actividad únicamente a provincias como Buenos Aires, negando que en Jujuy se estuviera persiguiendo estudiantes y trabajadores bajo esas denominaciones.

Igualmente, indicó: “En la central no habían detenidos”, pasando inmediatamente a argumentar que, por sus tareas cotidianas, nunca ingresó al edificio de la jefatura de policía. “Nosotros entrábamos a trabajar a las 7 de la mañana y volvíamos al otro día a la misma hora. Cuando nos llamaban nos formábamos en la plaza Belgrano, frente a la jefatura de policía, ahí nos daban las órdenes, pero a la central no entrabamos”, se excusó. Pero lo cierto es que, según el testimonio de la madre de Dominga Álvarez de Scurta, Argentina Sarmiento, González, quien estaba casado con una sobrina de ella, participó del secuestro de la docente.

Sobre el funcionamiento de un “área restringida” dentro de la central de policía, González reconoció: “Había un letrero que decía zona restringida, pero nosotros no entrábamos ahí, lo veíamos cuando entrabamos con el vehículo por calle Alvear para hacerlo arreglar con los mecánicos. Nunca supe quienes podían ingresar en esa área”.

En otro sentido, González pasó a hablar de imputados como José Américo Lezcano, ex comisario, a quien conoció durante su paso por la ciudad de Libertador General San Martín entre los años 1965 y 1968. Negó haber conocido a los genocidas Juan de la Cruz Kairuz y Bernardo Salinas e incluso se mostró esquivo a responder sobre la presencia de personal militar en las dependencias policiales, especialmente el CCD Comando Radioeléctrico: “Nosotros vivíamos en la calle, no entrábamos a la central”, respondió de forma cortante.

A continuación, se refirió al genocida Hugo Armando Ruiz, mencionando su paso por el instituto confesional Populorum Progressio, donde estudió mientras cumplía funciones dentro de la policía de la provincia. “A veces nos cruzábamos con Ruiz en la calle”, indicó.

Para el año 2005, Ruiz se desempeñaba como rector de la Escuela de Policía de la provincia y desde el año 1979 hasta que fue detenido acusado por crímenes de lesa humanidad, como docente del instituto Populorum Progressio.

“Quienes realizaban allanamientos eran del departamento de inteligencia”

Francisco Carlos Grimaldo fue el tercer testigo de la jornada, trabajó como agente de policía de la provincia de Jujuy durante los años 1974-1976 en el Centro Clandestino de Detención (CCD) Comando Radioeléctrico, luego en casa de gobierno como chofer de móvil.

Mientras estuvo en el Comando Radioeléctrico manifestó: “Entrábamos a las 8 de la mañana, salíamos a patrullar los barrios, nos mandaban a custodiar los bancos”.

Cuando la representante del ministerio público fiscal, Marina Cura, le preguntó si tenía conocimiento sobre un área restringida, Grimaldo se limitó a contar sobre su deber y habló escuetamente de los presos políticos: “Volvíamos al otro día para cambiar el turno, no teníamos acceso a la jefatura, sé que había presos políticos, pero yo no los vi, yo dependía del Comando Radioeléctrico y estaba adscrito en gobernación”.

Sobre los acusados en la causa dijo: “Raúl Claros era oficial de servicio, Hugo Armando Ruiz trabajaba en la base de radio operación, Juan de la Cruz Kairuz lo conocí cuando jugaba al fútbol” y antes de finalizar la declaración testimonial respondió a las preguntas del cuerpo de abogados defensores de genocidas que le preguntaron por algunos ex policías: “Garzón, Ibáñez, González eran encargados del móvil, yo era chofer. Bacilio Flores estaba en infantería, y David Augusto Vázquez era sub jefe en casa de gobierno”.

Entre vacilaciones y respuestas demoradas se desentendió de haber realizado allanamientos ilegales y afirmó: “Quienes realizaban allanamientos eran del departamento de inteligencia” y sin mayores precisiones la testimonial llegó a su fin.

No recuerdo, no recuerdo

Eurótido Bruno Gutiérrez fue el cuarto testigo de la audiencia, ingresó a trabajar como agente de la policía de Jujuy en el año 1972 y ante la pregunta del cuerpo de fiscales acerca del lugar donde había empezado a trabajar el testigo dijo: “Me mandaron a La Quiaca, luego a Palpalá”.

Rodríguez dijo que estuvo en el Centro Clandestino de Detención (CCD) Comando Radioeléctrico: “Allí recibía órdenes de algún sub oficial, nos mandaban a custodiar edificios públicos” dijo, y sobre la pregunta de la fiscalía acerca de la existencia de áreas restringidas no recordó y tampoco supo de presos políticos cautivos.

Durante el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 no precisó dónde se desempeñaba y tampoco recordó a Ernesto Jaig, su testimonio fue bastante acotado y no dio mayores precisiones, recalcando el tiempo que pasó y su falta de memoria y lucidez sobre aquella época. Ante todas y cada una de las preguntas su respuesta fue sistemática: “no recuerdo”.

“La policía no era para mí, entré a trabajar en la empresa de colectivos Río Blanco”

Ramón Néstor Ibáñez fue el quinto testigo, trabajó como policía de la provincia de Jujuy entre marzo de 1976 y noviembre del año 1978 en el Comando Radioeléctrico, se desempeñaba como chofer del patrullero..

Sobre los imputados en la causa y sus superiores dijo: “Armando Raúl Claros, Hugo Armando Ruiz y Hugo Adaro salían conmigo a recorrer, también los llevaba a sus casas. Cuando entré, mi superior era el comisario Damián Vilte. Mi trabajo era de 24 horas de servicio por 24 horas de descanso”. Mencionó a Ernesto Jaig: “Era el jefe del Centro de Operaciones Policiales. Nunca me dio órdenes a mí, él tenía su auto y personal vestido de civil que solamente se uniformaban los días de acto”.

Gutiérrez dijo no recordar sobre el departamento de investigaciones ni una zona restringida: “Yo salía a patrullar con los oficiales, desconozco si había presos políticos y si los militares concurrían a la Central de policía”.

Sobre los imputados en la causa manifestó: “Hugo Armando Ruiz y Raúl Claros eran oficiales, y Juan de la Cruz Kairuz era mi amigo, jugaba en Gimnasia y yo jugaba en Lavalle, lo conozco por el saludo nada más” y además dijo que se retiró de la policía por motivos personales: “La policía no era para mí, me retiré y a la semana encontré trabajo en la empresa urbana de transporte de pasajeros Río Blanco, allí trabajé 25 años, desde el año 1979 hasta el año 2004 y me jubilé”.

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